El grupo promotor de eventos deportivos Gran Prix y el Ayuntamiento de Sant Pere de Ribes han presentado, en dos sesiones públicas abiertas a toda la población, el proyecto del nuevo Autódromo de Terramar, que en estos momentos se encuentra en exposición pública. Una iniciativa que tanto el grupo impulsor como el Consistorio llevan trabajando desde hace tres años con parámetros de respeto y sostenibilidad para sacar adelante un centro de eventos y de ocio integrado en el entorno. La actividad principal estaría vinculada a los saltos de hípica a escala internacional, el mundo del motor y la promoción de una amplia variedad de actos y presentaciones. En las dos presentaciones públicas, la del lunes 17 de diciembre, en la sala de actos Josep Lluís Palacios de la Casa de la Vila, en Ribes, y la del miércoles 19 en la sala polivalente de la Biblioteca Josep Pla, en Les Roquetes, se explicaron los diferentes aspectos y detalles del proyecto.
El mundo de los caballos será el protagonista indiscutible del nuevo espacio. Los eventos ecuestres que se programarán serán gratuitos, de acceso libre y con voluntad de atraer público familiar. Además, según el grupo promotor, se velará por el correcto tratamiento de los residuos que generen los caballos, evitando malos olores y filtraciones al subsuelo. Gran Prix también dejó muy claro que el nuevo espacio no acogería macro-eventos, tales como festivales de música, conciertos, carreras de coches o discotecas. La integración con el entorno y con la forma de hacer local, según se aseguró en las presentaciones, es condición sine qua non al desarrollo del proyecto. La otra vertiente contemplada es el mundo del motor, aprovechando la singularidad del emplazamiento, pero alejándose de organizar eventos que atraigan a un público masivo. Se quiere potenciar, en cambio, las presentaciones de coches y de otros productos, los rodajes publicitarios y los coches clásicos.
La iniciativa quiere recuperar el equipamiento para preservar su valor histórico, potenciar el paisaje y promover la polivalencia de actividades. Tanto es así que en el espacio central está previsto ordenar un gran recinto con zonas de aprovechamiento que abarca la pista, las explanadas multifuncionales en el centro, terrazas en el norte y los espacios de implantación de cuatro hoteles que se situarían en los perímetros. Se pretende restaurar y preservar el circuito, la masía de Can Sidós, los edificios Champions y Palau dels Frares, las gradas y los boxes que aún se mantienen con el propósito de integrarlos al proyecto. De hecho, es el único autódromo de estas características que conserva intactos todos sus elementos originales y se da el caso de que es uno de los primeros circuitos construidos en todo el mundo, datado de 1923, que se convirtió en el primero en España y el cuarto a escala mundial.
En total se prevé construir 43.000 m2 de techo de los 90.000m2 edificables que permite el Plan General, se utilizarán materiales y sistemas de construcción sostenibles y se velará por el reaprovechamiento de recursos naturales. La superficie total del recinto es de 69 hectáreas y se prevén nuevos accesos al recinto: uno por el este, junto a la urbanización Rocamar, otro al norte, cerca de la urbanización Vallpineda, que presumiblemente conectaría con la C-32, y otro al sur, que consistiría en mejorar el único ramal existente de acceso al recinto, que actualmente no está asfaltado.
Los promotores quieren ponerlo en marcha en 2020, aunque antes habrá que llevar a cabo unas obras con una duración prevista de quince meses. En una segunda fase, se construirán los cuatro hoteles previstos que tendrán un total de 260 habitaciones. De estos, dos serán de cuatro estrellas (uno patrimonial vinculado al edificio de Can Sidós y uno de nueva construcción), habrá un cinco estrellas tipo bungalows y el otro será un pequeño hotel-boutique. El año 2022 podría estar a pleno rendimiento y dar trabajo a 120 personas permanentes y a unas setenta temporales más. El impacto económico estimado cifra entre los 6 y 8 millones de euros los gastos en estudios y construcción y de 1 a 3 millones anuales para el mantenimiento, seguridad, limpieza y suministros. También se calcula que dejará de 1 a 3 millones de euros en noches de hotel y más de 10 millones en gastos turísticos anuales.