El próximo curso escolar la nueva guardería Aurora, situada en el Raval, pondrá en marcha un plan piloto en el que los padres podrán decidir el horario escolar que quieren que haga su hijo. Se les ofrecerá un abanico entre las 9 de la mañana y las 7 de la tarde en el que se prevé que cada alumno pueda hacer un máximo de 7 horas al día, pero los padres podrán escoger a qué hora entra su hijo y a qué hora sale, según las necesidades de cada familia. Aparte de esta prueba piloto, la voluntad del gobierno local es poder abrir algunas de las guarderías después del horario lectivo para que el barrio pueda utilizar este equipamiento. Esta apertura de los equipamientos irá acompañada de la contratación de dinamizadores que se ocuparán de introducir a las familias en el mundo educativo, además de acercar el centro a la vida del barrio.
El objetivo de esta iniciativa, explica el comisionado de Educación, Infancia y Salud, Miquel Àngel Essomba, es convertir los centros "más educativos y menos escolares" en el sentido de ver las escuelas como un recurso más. Este acercamiento podría suponer la entrada de nuevos alumnos en estas guarderías, ya que jugar padres e hijos conjuntamente en un patio con la compañía de un profesional dinamizador "anima" a algunos padres a apuntar a su hijo en estos centros. Por otra parte, durante la preinscripción del próximo curso en las guarderías, el Ayuntamiento de Barcelona pasará una encuesta a los padres en la que se preguntará qué horarios interesan más a los padres para dejar a sus hijos. La teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, servirá para ver si proponen horarios "fuera del lectivo actual" y así "adaptarse" a las necesidades de cada familia. En el caso de la prueba piloto del centro Aurora del Raval, se está barajando ofrecer 60 plazas de mañanas y 27 de tardes pero esta oferta dependerá de la respuesta de las familias a la encuesta de la preinscripción. El gobierno prevé aplicar esta flexibilidad en los nuevos centros que abra y también se aplicará progresivamente a los 98 centros que hay abiertos actualmente. En este centro el gobierno también incorporará un nuevo espacio socioeducativo con un educador social que dará apoyo y asesoramiento de los servicios sociales a las familias. De este modo, después de un primer curso en prueba piloto, la voluntad es adaptarlo a algunos centros de barrios vulnerables. Por otra parte, a partir del próximo curso también se impulsará una revisión de las ratios, empezando por los centros que se encuentran en zonas adheridas al Plan de Barrios. Esta revisión se hará estudiando caso por caso si es más necesario reducir el número de alumnos en cada clase o incorporando nuevos profesores de refuerzo a la plantilla. Essomba apunta que con la reducción de ratios "se homologaría" el nivel de la Unión Europea fijado en 7 alumnos en cada grupo de lactantes, 11 en el grupo de caminantes y 18 en la etapa de mayores. Actualmente, la Generalitat fija estas ratios en 8 alumnos en cada clase de lactantes, 13 en el de caminantes y 20 en la de mayores. Laia Ortiz asegura que todos estos cambios forman parte de un proceso "de actualización" de las guarderías que se complementará con un "libro blanco" que se presentará a finales de este 2018 en el que explicará el nuevo modelo de escolarización entre 0 y 3 años. De todos modos, Essomba ya ha asegurado que será "un reto más ambicioso" que quiere avanzar hacia "una concepción de la etapa escolar de los 0 a los 6 años". Esto implicaría unificar las guarderías con los cursos de parvulario, aunque se encuentren en centros separados. El comisionado explica que "la misma ciudadanía pide una mejor integración" de los cursos de educación infantil separados en los dos ciclos.
ACN