Fiscalía y acusación particular piden 9 años de prisión para un acusado de rociar a un hombre con gasolina e intentar prenderle fuego en Empuriabrava (Alt Empordà) el 12 de septiembre de 2016. Le acusan de un intento de asesinato y, también, de un delito de lesiones por golpear a una mujer. Según recogen los escritos de acusación, sobre las cuatro de la tarde el acusado fue a las oficinas de una compañía aseguradora. No era la primera vez que iba ese día para reclamar el cobro de un dinero por un siniestro de un barco. Esta vez, sin embargo, llevaba 1,5 litros de gasolina dentro de una botella de plástico. La vació sobre el gerente de la oficina y, según las acusaciones, intentó usar un encendedor para quemarlo vivo. No se salió con la suya porque la víctima lo empujó y lo hizo caer al suelo. La defensa sostiene que el acusado sólo quería asustar al responsable de la aseguradora para que le pagara el dinero. "No se le ha encontrado ningún encendedor", afirmó el abogado Joaquim Bech de Careda. Los hechos se remontan al 12 de septiembre de 2016. Aquella mañana, el acusado fue a una oficina de una entidad aseguradora situada en el sector Freser de Empuriabrava. Reclamaba un dinero de un seguro por el siniestro de un barco y creía que la compañía se estaba retrasando en el pago.
Según las acusaciones, el hombre buscaba al gerente de la oficina pero, como no lo encontró, se encaró con una trabajadora y le acabó propinando un golpe en la cara.
La empleada lo echó de la oficina. Le costó, detallan las acusaciones, e incluso tuvo que protegerse con una silla para evitar que el acusado la agrediera de nuevo. En el momento de marcharse, el procesado aseguró que volvería, y que lo haría para "matar" al gerente.
"El acusado cumplió la promesa por la tarde", indican las acusaciones. A las cuatro volvió a la oficina. Llevaba 1,5 litros de gasolina dentro de una botella de agua. "Con intención de matarlo quemándole vivo, le vertió el contenido de la botella por todo el cuerpo, salpicándole también la cara", describen las acusaciones. También salpicó a un cliente que en ese momento se encontraba dentro de la aseguradora.
Entonces, intentó usar un encendedor que llevaba en la mano para prenderle fuego. No lo consiguió. El gerente lo empujó para echarlo de su despacho y el acusado resbaló y cayó al suelo antes de poder provocar una chispa para encender la gasolina.
Como consecuencia de la agresión, la mujer sufrió una contusión leve en la región frontal y estrés postraumático. Ha necesitado asistencia psicológica y tomar ansiolíticos. Las acusaciones sostienen que el gerente ha sufrido, también, estrés postraumático y ha necesitado ayuda psicológica y tratamiento médico para recuperarse.
Por eso, le acusan de un delito de intento de asesinato y otro de lesiones. Para el primero solicitan 7 años y 6 meses de prisión, que no se pueda acercar a menos de 500 metros del gerente durante 10 años y 10 años de libertad vigilada. Por las lesiones piden 1 años y 6 meses de prisión. En materia de responsabilidad, la fiscalía reclama que indemnice a las víctimas con 7.000 euros. La acusación particular lo eleva a 9.000.
La defensa, encabezada por el abogado Joaquim Bech de Careda, pide la absolución. "A mi representado le estaban denegando el cobro de un seguro y eso le provocó un estado de excitación", ha explicado. Según la defensa, el acusado sólo tenía intención de asustar al gerente y resalta que ni siquiera ha quedado acreditado que llevara un encendedor para provocar el fuego. "Estaríamos hablando, como mucho, de un delito de amenazas", concluye.
