El acusado, Rachid H., mantuvo una relación matrimonial con la víctima hasta el año 2009, cuando se separaron. Durante el tiempo que estuvieron juntos tuvieron cuatro hijos en común. Este individuo ya había sido condenado en 2010 por un juzgado penal de Granollers a nueve meses de prisión y a tres años de prohibición de comunicarse y acercarse a menos de 100 metros de su expareja por cada uno de los delitos de maltrato y amenazas en el ámbito familiar. La orden de alejamiento estaba vigente hasta el 26 de septiembre de 2015.
El 20 de mayo de 2015 el acusado, a pesar de ser conocedor de la orden de alejamiento, esperó a la mujer en el Aeropuerto del Prat y, exhibiendo un cuchillo de grandes dimensiones, le dijo que subiera al vehículo "porque no la quería matar delante de todo el mundo", a lo que ella, atemorizada, accedió, según el escrito del fiscal al que ha tenido acceso la ACN.
A continuación, el acusado llevó a su expareja a un hostal situado en la N-340, en Torredembarra (Tarragonès). Amenazándola con el arma blanca la obligó a subir a una habitación. Una vez dentro, le dijo que se quitara la ropa y, ante su negativa, la empujó, la tiró sobre la cama y la agarró del cuello diciéndole que la ahogaría si no lo hacía. La mujer, asustada, se desnudó y el hombre la agredió sexualmente en dos ocasiones.
Al día siguiente, el hombre condujo a la mujer al domicilio de ella, en L'Arboç (Baix Penedès), donde se encontraban sus hijos. Al entrar en el inmueble, la víctima se fue llorando a su dormitorio y el acusado entró detrás, mientras le preguntaba a su hija menor que "dónde está la puta de tu madre". Después de cerrar la habitación, el hombre volvió a agredir sexualmente a la mujer por tercera vez, según el relato del fiscal.
Como consecuencia de estas agresiones, la mujer se quedó embarazada y tuvo su quinto hijo. Sólo un día después de dar a luz, mientras se encontraba convaleciente en el hospital, el acusado recogió a sus hijos pequeños, que estaban en casa en compañía de una amiga de la madre, los llevó al centro sanitario y le dijo a su expareja "que los tenía que cuidar ella y nadie más". Asimismo, en presencia de los menores, la amenazó diciéndole que "la enviaría en una caja a Marruecos a casa de su madre".
Según el fiscal, los hechos constituyen un delito de quebrantamiento de condena, tres delitos de agresión sexual, un delito de amenazas, uno de coacciones y un delito leve de injurias. Además, aplica a su calificación los agravantes de reincidencia en el delito de amenazas y el de parentesco en relación a los delitos de agresión sexual.
Por todo ello, el ministerio público solicita diez años de prisión por cada uno de los tres delitos de agresión sexual y la prohibición de acercarse a su exmujer a menos de 500 metros y de comunicarse con ella durante un período de 15 años. Además, solicita un año de prisión por el delito de amenazas y un año más de privación de libertad por el delito de coacciones. Por cada uno de estos dos últimos delitos, la fiscalía también solicita la prohibición de tenencia de armas por un período de dos años y medio, y una orden de alejamiento de dos años más. Por último, por el delito leve de injurias solicita la localización permanente de 30 días.
En cuanto a la responsabilidad civil, el ministerio fiscal reclama que el hombre indemnice a su expareja con 6.000 euros por los daños morales. El juicio está fijado para el 13 de noviembre en la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona.
