La compañía catalana de gasolineras Petrolis Independents ha retirado este sábado tres placas del ministerio de la vivienda franquista de las cerca de 350 que aún persisten en edificios de la ciudad de Lleida. Ha sido el inicio simbólico de una iniciativa que se ha tomado después de que el alcalde, Àngel Ros, se ha negado a asumir con dinero del Ayuntamiento el coste de quitar de las fachadas estos símbolos de la dictadura. La de Petrolis Independents no es la única acción que se está preparando para eliminar todas las placas franquistas de la capital del Segrià. Por eso, la empresa ya se ha puesto en contacto con la entidad 'Acaba amb la placa', que ha convocado para el 22 de abril una 'retirada popular' de estos elementos con el yugo y las flechas falangistas. Quieren sumar esfuerzos y hacerlo conjuntamente. El copropietario de la firma, Joan Canadell, ha insistido en que descolgar las placas no es una cuestión de dinero sino de voluntad política. De las cuatro comunidades donde este sábado han pedido permiso para quitarlas, sólo un presidente no les ha autorizado alegando que lo quería consultar con el resto de vecinos.
La empresa ha comenzado a retirar las primeras placas después de obtener por escrito la autorización del alcalde para que pueda ocupar la vía pública para poderlas quitar. El objetivo es poderlas descolgar masivamente de aquí a unas semanas con la ayuda de los voluntarios que respondan al llamamiento que han hecho a través de las redes sociales con la etiqueta #PlaquesACost0 y #Francohamort y hacerlo conjuntamente con la plataforma 'Acaba amb la Placa'. Esta entidad ha convocado para el próximo sábado, 18 de marzo, un encuentro para repartir folletos en los edificios donde aún perviven estos símbolos y pedir así el visto bueno de los vecinos para quitarlos. A partir de aquí, la 'retirada popular' se prevé hacer el 22 de abril. Canadell considera que sumar esfuerzos con 'Acaba amb la placa' es "lo más adecuado para que sea la sociedad civil de Lleida la que demuestre al alcalde que hay algún interés detrás de su postura, porque está claro que no hay ninguna cuestión económica que impida hacerlo". Este sábado las placas las han retirado las tres en el barrio de la Bordeta, en las calles Col·legi, Centre y Beata Jornet. Lo han hecho, con escalera y destornillador, los representantes de la empresa y algunos voluntarios. Cabe recordar que a principios de esta semana, en una entrevista en la Xarxa, el alcalde de Lleida instó a aquellos que se sientan molestos por la presencia de placas franquistas a "coger escalera y destornillador y quitarlas ellos mismos". Ros lo dijo porque no prevé que la Paeria destine ninguna partida presupuestaria a retirar esta simbología fascista, un posicionamiento que reiteró este mismo viernes alegando que tiende a aceptar "colaboraciones desinteresadas" como la que ha hecho Petrolis Independents. Ros también respondió a las críticas de algunos partidos políticos, que calificó de "muy duras e injustas", repasando su pasado como miembro de la Asamblea Catalunya, del Congreso de Cultura Catalana, del PSUC y del PSC, para decir que no necesita carnés de demócrata. El paer en cap también recordó que con él de alcalde se cambiaron varios nombres de calles que recordaban al franquismo, que se hizo una tarea de dignificación y reparación en el cementerio municipal y que se derribó el monumento a los caídos que había en la plaza Cervantes. A todo esto, esta semana el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, también ha emitido una resolución en la que considera que la Paeria efectivamente está infringiendo esta ley porque "le corresponde a la administración municipal hacerse cargo del gasto" de la retirada de las placas franquistas. El Síndic de Greuges se ha pronunciado a raíz de una queja de la entidad 'Acaba amb la Placa', que en enero presentó una moción en el pleno municipal para que la Paeria asumiera la retirada de los símbolos con el yugo y la flecha y que no prosperó. Otras iniciativas contra la presencia del franquismo en Lleida El mismo 18 de marzo a las seis de la tarde la plataforma 'Lleida lliure de franquisme' ha convocado una manifestación para reclamar que se retiren del nomenclátor de la ciudad de Lleida el nombre de 9 calles dedicadas a personalidades vinculadas con el franquismo. La plataforma se desvincula de la iniciativa de la empresa de gasolineras porque insiste en que es el Ayuntamiento el que debe tomar la iniciativa y asumir los costes de retirar las placas con simbología fascista.