Este sábado 22 de junio de 2019 se celebra el primer aniversario de la inauguración de los Juegos Mediterráneos de Tarragona. Un evento marcado por la polémica ya antes de empezar, con el retraso un año de la cita deportiva por unos problemas económicos y políticos que, incluso, llegaron a poner en duda su celebración. A pesar de todo, los nuevos equipamientos quedaron terminados a tiempo y Tarragona, junto con 15 subsedes, pudo dar inicio al evento deportivo de mayor envergadura que haya acogido nunca la ciudad, con 4.000 deportistas de 26 países compitiendo en 33 modalidades.
Los Juegos dieron su pistoletazo de salida tal día como hoy en un acto de inauguración en el Nou Estadi que aún hoy sigue recibiendo críticas. Por un lado, una parte de la sociedad lamentó que tuviera poca presencia de elementos de la cultura popular tarraconense y catalana como, por ejemplo, los castells. Además, la mitad de asientos de la grada estaban vacíos y se acusó a la organización de haber repartido entradas gratuitas, algo negado por el entonces alcalde Josep Fèlix Ballesteros.
A partir del día siguiente, las competiciones deportivas tomaron el protagonismo del evento, pero la polémica en lugar de disminuir seguía creciendo. Gradas prácticamente vacías, árbitros de judo en huelga por no cobrar, Mireia Belmonte poniendo medallas a las rivales por la falta de las autoridades encargadas de hacerlo, partidos de baloncesto parados porque se había hundido la pista o el equipo femenino francés de bádminton cantando su himno a cappella porque no funcionaba la megafonía fueron algunas de las pifias más llamativas de los Juegos Mediterráneos de Tarragona. Una mala imagen que no mejoró mucho cuando un coche oficial de la competición atropelló a un niño de 5 años.
Más allá de las anécdotas negativas, Italia fue la gran ganadora de los Juegos Mediterráneos 2018 con 156 medallas, 56 de ellas de oro. España quedó en segundo lugar en el medallero alcanzando un total de 122 medallas de las cuales 38 fueron de oro, 40 de plata y 44 de bronce. Turquía (95 medallas) completó el podio por delante de Francia (99 medallas), ya que la delegación turca consiguió 3 medallas de oro más que la delegación francesa (31 a 28).
Fueron nueve días de competición de esfuerzo y lucha de los deportistas y con jornadas maratonianas por parte de los organizadores y los miles de voluntarios que hicieron que los Juegos Mediterráneos fueran posibles. El evento pasó en casi un abrir y cerrar de ojos y el 1 de julio el Nou Estadi volvía a ser el centro de atención para poner el punto final con un acto de clausura muy diferente al de inauguración, con las gradas llenas y una importante presencia de la cultura tarraconense.
Un año después, los Juegos Mediterráneos han quedado en la memoria de los tarraconenses y tarraconenses sea en buenos o malos recuerdos, pero su legado va más allá. Tarragona cuenta con varios equipamientos prácticamente nuevos y de primer nivel como el Anillo Mediterráneo, el Palacio de Deportes Cataluña, la Piscina Olímpica Sílvia Fontana o la Pista de Atletismo de Camp Clar Natàlia Rodríguez a los que ahora sólo se les tiene que buscar una utilidad de cara al futuro.