Rubén Viñuales: "Llevant tiene un déficit de equipamientos brutal"

16 de febrero de 2023 a las 11:50h

Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. Por un lado, la mayoría de partidos que concurren ultiman sus listas y programas electorales, mientras que por otro los gobiernos municipales cierran los últimos temas pendientes. Hablamos con el candidato de los socialistas en Tarragona, Rubén Viñuales, para conocer su posicionamiento en cuestiones como la cesión de carreteras o el contrato de la basura y hablar de los nuevos fichajes para las listas del PSC.

 

Finalmente, se ha llegado a un acuerdo de presupuestos con el Gobierno de la Generalitat. ¿Cómo valora el poder de negociación que tiene actualmente el PSC en el Parlament y los acuerdos?No lo vería como un tema de poder, sino de pensar por Cataluña. Estoy profundamente orgulloso de que hayamos podido llegar a un pacto, que es bueno para Cataluña y Tarragona. Tenemos cierto peso porque ganamos las elecciones y es el gobierno con la minoría más pequeña de la historia. Era lógico que tenían que pactar, pero no entendíamos los mensajes de hace unos meses que decían que “con el PSC nada”. Al final, con el PSC sí. Seguiremos siendo una oposición constructiva.

 

El PSC votará a favor de unos presupuestos que invierten dinero en la puesta en marcha del proyecto en la Ciudad Residencial, pero a la vez está en contra.Lo he dicho claramente: no estoy a favor. Es una partida para la redacción del proyecto. Que redacten lo que quieran. Si quieren perder este dinero, que lo pierdan. No será el primer proyecto que se redacta y no se ejecuta. Soy abogado también de extranjería, he sido profesor de derecho de extranjería, he sido abogado de la Cruz Roja y asesoro ONGs que favorecen la inserción de menores no acompañados. Creo que no soy sospechoso de ningún tipo de adjetivo que el señor Ricomà ha intentado atribuirme. No estoy a favor de un macrocentro porque es malo para los chicos y chicas. Todos recomiendan que son mejores los pisos tutelados y esto es más caro. Aquí es donde tiene el problema la Generalitat. Donde vivo hay uno de estos pisos y estoy encantado. La cuestión es que la Generalitat quiere conseguir unos fondos europeos y no sabe cómo.

 

¿La partida estuvo dentro de la negociación de los presupuestos?No, porque no hay ninguna inversión. Hablamos del Instituto de la Arrabassada, el millón de euros para la renaturalización de la Riera en la Mora, de la Ciudad de la Justicia, la Escuela Ponent, el CAP de la Granja y dos millones de euros por el tema de Murallas.

 

El alcalde Ricomà dice que es un proyecto irreversible.La Residencial se hizo con una finalidad turística-familiar y sería un buen destino, pero también se necesitan equipamientos públicos. Llevant no tiene equipamientos públicos, hay un déficit brutal. El alcalde Recasens quiso compensar la ciudad haciendo equipamientos en Ponent para que la gente del centro tuviera que ir y tener una ciudad más justa. Es nuestra vocación. Llevant tiene tan pocos que la Mora–Tamarit se quiere separar. Todo es reversible en esta vida.

 

En el caso de los presupuestos municipales no se llegó a ningún acuerdo con ERC. ¿Qué falló?Para hacer los presupuestos de la Generalitat ha habido unas 30 reuniones bilaterales con políticos y técnicos. Con el Ayuntamiento de Tarragona, 0. Esto no es voluntad de pactar. Lo que quieren son socios más fáciles y los han encontrado por 30 céntimos. No son unos buenos presupuestos, no ayudan a transformar la ciudad y no buscan un modelo productivo que nos permita redistribuir la riqueza. No han hecho nada en cuatro años.

 

El contrato de la basura es el gran tema en este final de mandato. ¿Qué diagnóstico hace el PSC de la situación?La soberbia en política es muy mala consejera. No tengo ni idea de casi nada, pero intento asesorarme de la gente que sabe. Pondré un ejemplo: Quiero reformar la cocina de casa y pongo 10.000 euros. No está mal. Pero a la vez digo que tiene que ser mármol de Carrara, grifería de oro y el agua tiene que sacar lucecitas. Entonces, me dirías que con 10.000 euros esto no se puede hacer y que lo de las lucecitas no existe. Es lo que han hecho con el hidrógeno y otros temas del contrato. Las empresas perdían dinero. Además, primero aseguraban el 8% de la subida de los salarios a los trabajadores y después Fortuny reconoció en el plenario que lo tendría que acabar negociando la empresa con los trabajadores. Hay maneras de asegurar estos beneficios de los trabajadores. Son un gobierno muy poco de izquierdas.

 

 

En una anterior entrevista en octubre de 2022 resaltaba el trabajo de los técnicos en este contrato. ¿Ha cambiado de opinión?No. Hay muchos lotes diferentes y los que estaban hasta ese momento estaban bien. El problema son las exigencias técnicas, que vienen después. Nos dieron unos 1.000 folios con cinco días de antelación. El tema de cuantificar las inversiones es un trabajo posterior y es donde nos la colaron a todos. A nosotros, a los trabajadores y a las empresas. Las mismas empresas tuvieron que estudiar todo el pliego para decir que era inviable. Con los autobuses ha pasado lo mismo. Sólo se ha presentado una empresa por encima del precio para decir que no se puede cumplir. Además, la mayor productora mundial de hidrógeno lo ha impugnado por posible incumplimiento. Si esto es buena gestión...

 

Antes comentaba que el gobierno era muy poco de izquierdas. ¿A qué se refiere concretamente?No han subido los impuestos que afectan de manera progresiva, sino las tasas de la basura, el billete del autobús o el agua. Venía de reunirme con un sindicato y nos han dicho que nunca se habían recortado tantos derechos a los trabajadores del Ayuntamiento como con este gobierno.

 

¿Han puesto ejemplos?Plus de productividad, por conducción, etc. También pactaron una subida por la valoración de puestos de trabajo empezando desde abajo, pero pusieron el apunte de que se pagarían cuando se hubieran hecho todas las revalorizaciones. Entonces, no se ha pagado ni un duro. No me parece demasiado de izquierdas.

 

Otro choque del PSC con el Gobierno de Ricomà es el del traspaso de las carreteras. ¿Han podido hablar con sus compañeros del Gobierno del Estado sobre la cuestión?Son 20 km de carretera que son titularidad estatal. El Estado te da estas carreteras porque ahora son vías urbanas y te compensa haciendo unas obras. Lo que se negoció con Ballesteros es que además nos pagaban 6 millones de euros y nos hacían la humanización de la vía. La más significativa sería desde la Vía Augusta hasta Altafulla con carril bici, alumbrado, aceras... Nos lo hacen ellos y une la ciudad. Lo único que te dice el Estado es que tienes que firmar un convenio donde tú te hagas cargo del mantenimiento, como de cualquier calle de Tarragona. Esto no lo quería firmar el Ayuntamiento. Además, sale Puig a decir mentiras en el Diari. Es como mínimo indigno. No todo vale en política para hacer daño y tienes que aprovechar la oportunidad. Si hay cosas buenas de la Generalitat, lo digo. No me da vergüenza decirlo. El secretario de Estado dice que nunca había visto una actitud como esta de un Ayuntamiento.

 

¿Ha habido falta de comunicación?Es tan fácil comunicar al Ministerio que quiero cambiar una cláusula como enviarlo a un medio. De hecho, es más fácil. Que no nos tomen por tontos.

 

¿Cómo se encuentra el estado del programa electoral después de la Convención Municipal de hace pocas semanas?Lo estamos acabando de perfilar. Queremos un programa que sea un compromiso con Tarragona. Las personas de aquella convención no fueron fortuitas con gente como Jordi Hereu, Antonio Balmón o Raquel Sánchez. A la Ministra de Transporte le dije que, si no ponemos las mercancías en transporte ferroviario por interior, estamos hipotecados. Abrir Tarragona al mar es una de mis obsesiones y la idea es también acercar el tren a las personas. Tenemos su compromiso.

 

¿Qué consejos le dio Balmón para vertebrar un área metropolitana tarraconense?Le pedimos incluso un informe sobre el tema. Nos dijo que teníamos la masa de personas suficiente y que teníamos que empezar por el tema del transporte. No es lógico que alguien de Barcelona nos diga cómo tenemos que hacer nuestro transporte, se tiene que conocer el territorio. Además, nos dijo que no nos hacía falta crear un nuevo ente administrativo. Sólo existe el AMB en España y no queremos crear más filtros administrativos y gasto.

 

 

¿Cómo se debería gestionar entonces?Mancomunando. SIRUSA es un ejemplo. Lo que tenemos que tener es este foro de debate con poder decisorio. Por otra parte, todas las empresas municipales de transporte son deficitarias. Si metropolizamos el transporte, la Generalitat te paga una parte. A todos nos interesa. También podemos pensar de manera más lógica y eficiente los recursos.

 

Ha incorporado a Montse Adan como número dos. ¿Qué aporta su figura?Uno de los problemas que tenemos en Tarragona es que no nos conoce nadie fuera. Salou lo conoce todo el mundo. Tenemos un gran producto, pero el marketing es horroroso. Montse puede ser nuestra directora de marketing de la marca Tarragona. Lo mismo que ha hecho con el Puerto. Es una embajadora espectacular, entusiasmo, modernidad, buena trabajadora y ama Tarragona una barbaridad. Hemos hecho un pedazo de fichaje.

 

También suena Sònia Orts. ¿Existen negociaciones?Necesitamos perfiles muy diferentes y Sònia es una persona más que válida. Tenemos unos procesos, tiempo para decidir la lista y no puedo negar que me parece una persona de firmes convicciones.

 

¿Le gustaría que estuviera?A mí sí.

 

Con esta incorporación de personas de fuera de la órbita del PSC, ¿se está desplazando el eje ideológico del partido?No me hables de Berni, de Sandra o de Nacho. Hablemos de dos personas de una lista de 27. Siempre he dicho que soy socialdemócrata y he actuado en consecuencia. Este partido tiene más de 40 años de historia en Cataluña y está arraigado al PSOE, que tiene más de un siglo. Las personas vamos y venimos, pero el proyecto continúa. No me digas con quién, sino el qué. Somos un proyecto socialdemócrata.

 

¿Cuáles serán los ejes de este proyecto?Tarragona es una ciudad sin modelo. Tenemos que generar riqueza con actividad económica y tenemos que aplicar las cuatro Ts: tecnología, talento, turismo y Tarragona. Somos una ciudad con calidad de vida y al lado de Barcelona, que puede atraer trabajadores. En turismo, Salou no es nuestro modelo. Queremos turistas con poder adquisitivo alto para que se gasten dinero y generen puestos de trabajo. No todo el mundo es físico nuclear. La gente que no tiene grandes carreras tiene todo el derecho a vivir y trabajar en Tarragona.

A nivel urbanístico, tenemos el gran proyecto del Ponent Verd para dignificar la zona de Campclar y Bonavista. Además, la Horta Gran tiene que ser un gran parque que nos una. Cuando CLH decida marcharse nos permitirá pensar también el polígono francolí como un 22@, más de servicios. Además, Tarragona tiene que crecer. Hemos perdido más de 1.000 habitantes y el entorno crece. Por eso, queremos construir vivienda pública y el PP10 nos da la posibilidad de construir más de 400 viviendas de protección oficial. En transporte, queremos parkings disuasorios conectados con buses lanzadera, un parking en el Roqueral para vaciar la Parte Alta y un bus comercial que vaya del Eroski al balcón gratuitamente para la gente que va a comprar. Finalmente, la ciudad tiene que ser más guapa. La jardinería es mejorable  y la limpieza es la primera preocupación de los tarraconenses.