El alcalde de Lleida, Àngel Ros, ha calificado este martes de "indigno" el comportamiento de una veintena de personas que asistían al Museo de Lleida a la inauguración, el miércoles pasado, de la exposición de la obra de Santiago Sierra 'Presos políticos en la España contemporánea' y que silbaron a Ros y gritaron 'Libertad presos políticos' durante su discurso. Ros también ha expresado que encuentra "fuera de lugar" que ERC le pida el cese de su jefe de gabinete, José Crespín, alegando que, durante la salida de este mismo acto, Crespín agredió a una de las manifestantes que seguían fuera abucheándolo y silbándolo. Por estos hechos, grabados en vídeo y compartidos en las redes sociales, la Crida per Lleida-CUP ha pedido también que se investigue y, si se demuestra la agresión, se repruebe. Ros defiende que su jefe de gabinete lo único que hizo en medio de los disturbios fue evitar que, durante la salida del coche que marchaba del lugar con Ros en su interior, "pudiera haber cualquier tipo de accidente o incidente" con el vehículo. "Arriesgó su integridad para evitar males a otras personas", ha añadido.
Ros ha asegurado que recibió aquellos gritos y silbidos "todo lo mal que un demócrata recibe que se prive a alguien de su libertad de expresión, que en este caso fui yo". "Recibí una abucheada porque querían impedirme hablar precisamente en un acto que era un llamamiento a la libertad de expresión", ha recordado, y ha querido destacar que una de las personas que instigó este hecho (refiriéndose al rapero Pablo Hasél) es una persona que ha sido condenada por hacer apología del terrorismo. Por lo tanto, "no puedo sino condenar estos hechos", ha añadido.