El Carnaval de Roda de Berà llegó a su fin ayer por la tarde con la celebración del miércoles de Ceniza y la quema del Rey Carnaval.
Organizado por el Ball de Diables de Roda de Berà y el Ayuntamiento, el acto comenzó a las seis y media de la tarde, con el velatorio del féretro en el Casino Municipal. Seguidamente se inició el cortejo fúnebre, desde la plaza de la Sardana, por algunas calles del núcleo urbano. Al llegar de nuevo a la plaza, el Ball de Diables hizo lectura del testamento de Carnestoltes, en el que Su Majestad se acordó de algunos concejales del equipo de Gobierno y de entidades del municipio, y los niños presentes colocaron sus sardinas sobre el féretro.
Antes de su quema, el Ball de Diables hizo una pequeña actuación con pirotecnia y una reverencia final ante el Rey, la cual sirvió para encender la pira sobre la que descansaba. Para terminar, se sirvió una merienda con chocolate caliente para todos, repartido por las concejalas Teresa Ferré y Rosana Dorantes.