Reus repicará sus campanas al ritmo del toque "pan y nueces" durante la noche de Todos los Santos

28 de octubre de 2018 a las 10:01h

La noche de Todos los Santos el centro de Reus volverá a teñirse de un ambiente lúgubre. A partir de las 8 de la noche los Campaneros de Reus repicarán manualmente el tradicional toque "de pan y nueces", el toque de difuntos más sobrio, anunciando la vigilia del día de los difuntos.

El toque "de pan y nueces" se llama así en clara referencia al sonido emitido por las dos campanas: "la de Sant Jaume se come el pan y la de Sant Pau rompe las nueces", se decía popularmente. Era el toque para los difuntos de 4ª categoría, los de clase social más baja.

El toque de difuntos se hacía tradicionalmente, antes de la guerra, con las campanas de Sant Jaume y de Sant Pau, desaparecidas en 1936. Desde los años 40 se tocó con las actuales campanas de Misericordia y de Sant Pau, de diámetro y características similares a las desaparecidas. Estas mismas dos campanas son las encargadas de volverlo a hacer sonar actualmente. El toque consiste en batalladas rítmicamente alternas de las dos campanas, con un movimiento final ligeramente acelerado.

En 1959 se jubiló el último campanero de Reus, que no fue sustituido. En el año 2000, 41 años después, los agrupamientos escoltas Misericordia y MontsantCim asumen voluntariamente y de forma gratuita la tarea de recuperar los toques tradicionales de forma manual y se convierten en los campaneros de la ciudad. Desde entonces se han recuperado los toques vinculados a la fiesta mayor y se han hecho toques especiales en momentos concretos. También se ha recuperado el Toque de Difuntos de la noche de Todos los Santos, otra tradición muy arraigada en nuestra ciudad y que también se había perdido.

Los campanarios han estado tradicionalmente muy ligados a la fiesta de la castañada y el día de los difuntos. Dice la leyenda que la castañada nació de la comida que un campanero y sus ayudantes hacían encima del campanario mientras tocaban el toque de muertos durante la noche de Todos los Santos: los frutos del tiempo bien calientes para no pasar frío durante la larga noche de trabajo.

Aunque ésta es una fiesta religiosa, el recuerdo y la adoración a los difuntos va más allá de la tradición cristiana y se puede considerar un acontecimiento social y ciudadano.

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C CIUTAT
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