Reus Refugi: "Open Arms hace una labor insustituible salvando vidas. Hay que darles acogida"

07 de febrero de 2020 a las 09:46h

Reus Refugi es una entidad que apoya a las personas refugiadas y que trabaja para su acogida y la integración social. Su objetivo es crear conciencia social sobre la crisis de los refugiados y promover la convivencia en el territorio.

¿Cómo nace y funciona la entidad?

Surge durante el verano de 2016, como plataforma ciudadana que agrupa a personas inquietas ante la falta de respuesta institucional a la llamada "crisis de refugiados". Estas personas han puesto sobre el papel una situación que existe desde hace muchos años y que prácticamente es permanente: la necesidad que miles de personas han tenido de marcharse de su casa.

En el verano de 2018 se estableció un centro de acogida en Reus gestionado por la Comisión Catalana de Ayuda a los Refugiados (CCAR), y nosotros nos brindamos a cooperar en las tareas de acompañamiento de los refugiados. Al mismo tiempo, crecimos mucho en actividad pero también en número de miembros, y esto nos hizo dar el paso de constituirnos en una asociación con personalidad jurídica.

¿Reciben el apoyo de alguna institución u organización?

No recibimos ningún apoyo económico, aunque mantenemos colaboraciones con la CCAR, u otras asociaciones privadas con las que organizamos cooperaciones puntuales. Somos socios de la cooperativa "Llars familiars", de Reus, y nos financiamos íntegramente a través de las acciones que desarrollamos en la calle y con la venta de merchandising y donaciones de particulares.

¿Cuál es el objetivo de Reus Refugi?

Tenemos dos líneas de trabajo básicas, una es la tarea de sensibilización de nuestra ciudadanía para ampliar el tejido de acogida, vital para la integración de las personas refugiadas. La otra es el apoyo directo a los recién llegados, trabajamos para reforzar su autonomía personal, que incluye el acceso a la vivienda, la inserción laboral, social y cultural. 

¿Qué objetivos se proponen con las personas refugiadas?

A corto plazo ayudaremos a las personas que terminan el programa de ayudas y que se quedarán sin apoyo económico. También tenemos en cuenta aquellos a quienes negarán la solicitud de asilo y que en consecuencia estarán en situación "irregular", sin permiso de residencia ni trabajo.

¿Cómo es el acompañamiento a las personas refugiadas?

Generalmente comienza haciendo de pareja lingüística, quedando algunas horas a la semana para ayudarles en el aprendizaje del idioma, las costumbres, el entorno social, etc. Hay que tener en cuenta a la persona, el origen, sus intereses, bagaje cultural, historia personal, etc. También organizamos actividades en grupo, como excursiones, proyecciones de películas o celebraciones de las fiestas populares, para que conozcan mejor nuestro entorno social y consoliden relaciones entre ellos y con la población.

¿A cuántas personas acompañan?

Durante los primeros seis meses tenemos grupos de 40 o 50 personas, pero actualmente hay muchas familias y ya no se hace un acompañamiento individual siempre. Cuando van teniendo más autonomía también varía el sentido y la frecuencia de los contactos. No todos acompañamos en el día a día, algunos nos dedicamos a las tareas organizativas.

¿Cuál es el perfil de los refugiados? ¿Cómo suelen llegar?

El perfil inicial fue el de chicos jóvenes, que llegaban solos, aunque algunos con familia propia en su país de origen –es decir, pareja e hijos–, y procedentes del norte de África o el Próximo Oriente –de cultura árabe–, o del África subsahariana, y algunas personas de Asia central, de Bangladesh. Estas personas llegaron por vía marítima, rescatadas por los barcos de Open Arms, y tuvieron la fortuna de entrar muy rápido en el programa de acogida. El perfil ahora ha ido variando, y en los siguientes grupos que han entrado encontramos más latinoamericanos, que suelen venir con la familia por vías normales, y al entrar en territorio español piden asilo. En este caso tienen que esperar bastante para poder acceder a un centro de acogida.

Para ellos, ¿Reus es una ciudad de paso o su destino final?

Para la mayoría es un destino final, ya que se han sentido muy bien acogidos y se han integrado en un entorno amable y protector. Sin embargo, esta voluntad suya dependerá de la posibilidad de mantenerse económicamente, lo que será difícil en el momento en que pierdan su protección económica o también la legal.

¿La labor de otras entidades, como Open Arms, les ha comportado más conocimiento o conciencia por parte de la ciudadanía?

Sí. Open Arms y otras organizaciones como Stop Mare Mortum han puesto ante la opinión pública la tragedia cotidiana de las personas que quieren llegar por vías inseguras y a pesar de la postura absolutamente no ya pasiva, sino activa y criminalmente en contra de los estados de la Unión Europea.

Open Arms hace una labor insustituible salvando vidas, y en la medida en que consigue llevar a estas personas a un puerto seguro hace emerger la necesidad de darles acogida. Esto puede ocultar el hecho de que muchos otros están llegando por otras vías y que están siendo devueltos "en caliente", sin las mínimas garantías legales que les permitan cursar su solicitud de asilo.

¿Cómo puede colaborar la población con su entidad?

Estamos abiertos a todo el que nos quiera acompañar como miembro. Se puede colaborar participando en acciones y actuaciones, en las asambleas y en los grupos de trabajo. No se paga ningún tipo de cuota, aunque sí aceptamos donativos, que son nuestra principal fuente de financiación. También existe la opción de hacer voluntariado en el acompañamiento directo de los recién llegados, y desde la asociación les facilitamos el contacto con el CCAR, la entidad que lo dirige.

¿Han notado un incremento en el número de personas que llegan?

Aunque las cifras hablan de una disminución general, sigue habiendo un gran contingente de personas que tienen pendiente su entrada en el programa y que se mantienen en una situación muy precaria. Hemos comprobado que sigue llegando mucha gente de países como Venezuela, Honduras, El Salvador o Colombia, que normalmente tienen una integración más fácil y que en algunos casos no llegan a necesitar del programa de ayuda. También ha bajado, parece, el flujo de los menores que llegan sin acompañamiento, y que son tutelados por la Generalitat, pero que supondrán un nuevo reto al ir alcanzando la mayoría de edad y salir de esta tutela.

¿Cómo puede colaborar la población con su entidad?

Estamos abiertos a todo el que nos quiera acompañar como miembro. Se puede colaborar participando en acciones y actuaciones, en las asambleas y en los grupos de trabajo. No se paga ningún tipo de cuota, aunque sí aceptamos donativos, que son nuestra principal fuente de financiación. También existe la opción de hacer voluntariado en el acompañamiento directo de los recién llegados, y desde la asociación les facilitamos el contacto con el CCAR, la entidad que lo dirige.

¿Cuál es el objetivo más cercano?

Ahora mismo estamos buscando a alguien que nos ceda un local lo suficientemente amplio como para poder mantener un centro de apoyo estable y de referencia para las personas refugiadas. Si algún propietario generoso nos quiere hacer este gran favor, que contacte con nosotros. Para cualquier cosa, nos pueden escribir a reusrefugi@gmail.com.