La Concejalía de Vía Pública, a través del Servicio de Jardinería, finaliza esta semana la primera fase de la campaña de poda 2017 del arbolado viario de la ciudad, que incluye principalmente aceras y paseos. En total se han podado 6.700 unidades de árboles del total de 18.000 árboles existentes en estos espacios de la vía pública.
Estos trabajos están incluidos en el contrato de trabajos de arboricultura, de un año de duración e iniciado el 1 de febrero. Además de los trabajos de poda, incluye los tratamientos fitosanitarios que se llevarán a cabo durante el resto del año para controlar las plagas y enfermedades de los árboles y también una segunda fase de poda pasado el verano, de menor alcance, que incluye tareas de recorte de los ficus de los ravales, entre otras acciones.
El presupuesto del conjunto de este servicio anual es de 190.575 euros y va a cargo de la empresa adjudicataria L'Agulla Serveis del Paisatge.
Para llevar a cabo el sistema de poda se siguen los criterios técnicos más adecuados, que tienen en cuenta el máximo respeto al arbolado. Las intervenciones incluyen limpieza y aclaración del ramaje defectuoso o en mal estado vegetativo y el respeto del volumen y el tamaño natural del árbol, de manera que se intentan evitar grandes heridas y cortes, que pueden ser en el origen de futuras podredumbres y el envejecimiento prematuro del arbolado.
Las podas a brocada que se realizaban en el pasado de manera general, mientras que actualmente se llevan a cabo de manera más localizada en aquellos casos en que los árboles no dispongan de espacio y molesten o produzcan daños a fachadas y otros elementos urbanos, caso que se da especialmente en el arbolado situado en aceras estrechas.
El concejal de Vía Pública Hipòlit Monseny recuerda que el proceso de poda contribuye a mantener en buen estado el arbolado de los viales de la ciudad tanto desde un punto de vista estético como para garantizar un crecimiento y estado de salud adecuados.