Aigües de Reus, división de Reus Serveis Municipals SA, iniciará este febrero la ejecución de un nuevo contrato que debe permitir intensificar las acciones que se llevan a cabo para el control de las plagas de insectos (cucarachas, mosquitos, avispas, etc.) y roedores en la ciudad. El contrato representa, por primera vez, la integración del tratamiento contra las plagas de insectos y de roedores, que hasta ahora se gestionaban separadamente. Este paso representa un importante salto adelante al incrementarse sustancialmente los tratamientos, optimizar su coste, incorporar novedades tecnológicas y mejorar su coordinación y planificación.
De ahora en adelante, la gestión de todos estos tratamientos queda unificada en la empresa municipal de aguas. El nuevo contrato tendrá una duración de cuatro años (con una posible prórroga de dos) y ha sido adjudicado a la empresa Ambient Serveis por un importe anual de 64.350 euros. El nuevo servicio se ha diseñado de manera que pueda hacerse coordinadamente con las tareas de mantenimiento que Aigües de Reus ya lleva a cabo de manera permanente en la red de saneamiento.
El alcalde de Reus, Carles Pellicer, afirma que "desde el Gobierno de Reus son conscientes de las molestias que la presencia de insectos y roedores causa a la ciudadanía. Por este motivo ampliamos los recursos que destinamos y aplicamos soluciones imaginativas para mejorar el servicio y reducir la problemática".
"La integración de los dos contratos no obedece a razones administrativas, sino de eficiencia en la lucha contra las plagas, de manera que se vean reducidas las molestias que cucarachas y roedores causan a los reusenses", añade el concejal de Medio Ambiente, Daniel Rubio. "La unificación del servicio permite realizar tratamientos mejor coordinados, una mejor planificación en el calendario y utilizar toda la información de que Aigües de Reus dispone sobre lo que ocurre en el interior de la red de saneamiento, que es donde habitan y se reproducen esta clase de plagas", añade Rubio.
Planificación por barrios La planificación que ha diseñado Aigües de Reus tiene en cuenta varios aspectos. En primer lugar, los ciclos vitales y de reproducción de roedores e insectos, con lo cual se prevé una intensificación de los tratamientos durante los meses de verano. En segundo lugar, también se ha tenido en cuenta el nivel de incidencia de las plagas en los diversos barrios de Reus. En este sentido, tanto en lo que se refiere a roedores como a insectos, el mapa de la ciudad queda dividido en zonas según cuál haya sido la intensidad de las afectaciones a lo largo de los últimos años. Según el nivel de incidencia, se actuará con mayor o menor intensidad.
"Ratas" tecnológicas y ecológicas El contrato que se acaba de adjudicar también establece que los trabajos del servicio de control de plagas serán llevados a cabo por personal cualificado, que extremará las precauciones para evitar que se produzcan situaciones de riesgo tanto entre el personal como en la ciudadanía. En este sentido, se intentará minimizar al máximo el uso de productos químicos.
En paralelo, y en lo que se refiere a los roedores, el nuevo contrato prevé la instalación de doce dispositivos tecnológicos en espacios donde el riesgo de presencia de ratas es más elevado. Estos dispositivos permiten monitorizar los roedores y determinar la evolución de la población en diversos sectores de la ciudad, al contar con una tarjeta SIM que centraliza y transmite la información. Asimismo, estos dispositivos hacen posible la captura de forma ecológica y sin la utilización de raticidas ni sustancias tóxicas.
A pesar de las novedades que ahora se incorporan al servicio, el Ayuntamiento y Aigües de Reus ya han intensificado, a lo largo de los últimos años, la lucha contra las plagas de roedores e insectos, que se agravan durante los ciclos de sequía, como el actual. Esta circunstancia –la falta de lluvias y las altas temperaturas– obligó en 2017 a prestar una mayor atención a los tratamientos, al incrementarse las colonias, principalmente durante los meses de verano. Sin embargo, la intensificación de los controles permitió mantener las poblaciones estables, sin que se registraran aumentos significativos en relación con los años anteriores. Anualmente, la ciudad registra una media de 130 avisos ciudadanos, aunque los técnicos desplazados al lugar de los hechos no siempre detectan la presencia de plagas.
"El esfuerzo que hemos hecho de unos años hacia aquí se deja notar, y esto salta a la vista cuando visitas los barrios de la ciudad y todo el mundo coincide en decirte que la presencia de cucarachas se ha visto reducida notablemente, aunque pueda haber alguna alerta puntual", expone Daniel Rubio. La red de saneamiento de Reus la integran 284 kilómetros de alcantarillas, 6.618 pozos de registro y 8.229 imbornales.
