Restringen la circulación de patinetes eléctricos y 'segways' para turistas

09 de agosto de 2017 a las 16:52h
Los vehículos de movilidad personal y los ciclos de más de dos ruedas que tengan un uso comercial no podrán circular por el interior de Ciutat Vella durante seis meses y solo podrán desplazarse por dos rutas marcadas que les permitirán cruzar el distrito de norte a sur y de este a oeste. Patinetes eléctricos, ruedas eléctricas o 'segways' para turistas son algunos de los vehículos que tendrán el paso prohibido según establece el decreto que ha firmado el Ayuntamiento de Barcelona y que entrará en vigor en los próximos días. El consistorio, que quiere frenar la sobreocupación del espacio público en Ciutat Vella con esta restricción, prevé empezar a multar a finales de mes. "No sancionaremos el uso personal de estos vehículos, sino que restringimos el uso comercial, porque es lo que genera más saturación en Ciutat Vella", ha puntualizado la concejala del distrito, Gala Pin.
El Ayuntamiento de Barcelona no quiere sancionar al padre que acompaña al hijo a la escuela en un triciclo con espacio de carga ni al vecino que se desplaza con un patinete eléctrico. Gala Pin ha insistido en diferenciar el uso comercial y el personal de estos vehículos y ha destacado que los medios de movilidad personal de este tipo son "más sostenibles" que, por ejemplo, una moto. Por eso el decreto restrictivo en Ciutat Vella no afecta al uso personal de estos vehículos, como tampoco se escapan los de transporte de mercancías. El decreto afectará, por tanto, a los vehículos que son de alquiler, con los turistas como principales destinatarios. Concretamente son, y de acuerdo con la clasificación establecida en la Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos, los patinetes eléctricos pequeños, la rueda eléctrica y la plataforma eléctrica (tipo A); los patinetes eléctricos grandes y 'segways' (tipo B) y los ciclos de más de dos ruedas para actividades económicas o de ocio, conocidos como 'bicitaxis' (tipo C). Los vehículos afectados por la restricción solo podrán circular por dos rutas establecidas en el interior del distrito. Por un lado, desde Portal de la Pau por paseo Colom, paseo de Isabel II, Marqués de l'Argentera y paseo de Circumval·lació; por otro, por paseo de Picasso, de Lluís Companys, paseo de Pujades y hasta la avenida Meridiana. Después de que el decreto salga publicado este jueves en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB), comenzará el período de exposición pública y recogida de alegaciones, que durará diez días. Pasado este período, se publicará de forma definitiva y entrará en vigor, al cabo de quince días. Una vez pasados los seis meses de vigencia de las restricciones, el consistorio valorará si alargarlas o introducir modificaciones. Para garantizar el cumplimiento del decreto, ocho agentes cívicos informarán sobre el contenido en la zona de la Barceloneta y una patrulla de la Guardia Urbana de Barcelona se dedicará de forma específica a esta tarea, que se sumará a los demás agentes que ya están desplegados por este ámbito de la ciudad y que también trabajarán para hacer cumplir la normativa. La aplicación se hará de manera progresiva y los agentes darán un período de adaptación de quince días a las empresas, antes de empezar a multar. Las sanciones leves serán de 100 euros; las graves podrán llegar a los 200 y las muy graves, a los 500. Pin ha destacado que el espacio público de Ciutat Vella se encuentra "muy saturado" y que por eso han querido ser "más restrictivos" con estos vehículos, después de las numerosas quejas de los vecinos por la sobreocupación de las calles. El objetivo es aligerar la presión en el espacio público del distrito y mejorar la convivencia de estos vehículos con los peatones en la ciudad. La modificación de la Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos, que se aprobó hace unas semanas en el pleno municipal, estableció una regulación de los vehículos de movilidad personal y ciclos de más de dos ruedas a escala de ciudad. Aun así, los distritos pueden ejecutar restricciones específicas en los ámbitos con más presión, en la línea de lo que ahora se aplicará en Ciutat Vella. La rápida proliferación de estos nuevos artilugios, y un uso creciente de la actividad económica y turística, conjuntamente con una regulación poco concreta al inicio, han provocado incidentes en la movilidad, ya que peatones y ciclistas comparten espacio con vehículos de características muy diferentes. El objetivo de la ordenanza es resolver los problemas de convivencia en el espacio público y fomentar una movilidad sostenible y segura.
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