El presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, ha anunciado esta tarde su renuncia al frente del ente provincial. Afirma que ha sido una decisión personal tomada con el fin de "mantener la honorabilidad de la institución", a pesar de recordar que aún no ha sido encausado judicialmente.
Lo ha anunciado en una rueda de prensa en la que no ha estado acompañado por sus compañeros de la corporación por propia petición del presidente. El todavía presidente de la Diputación sigue defendiendo su inocencia y da un paso al lado al frente de la institución para que ésta "no se vea afectada por unos hechos los cuales se me imputan y que espero poder demostrar que no son ciertos". Afirma que "las advertencias o amenazas por parte de algún grupo" no le han motivado a tomar esta "decisión personal".
Aún así, Reñé no esconde sentirse molesto y decepcionado por la falta de apoyo por parte de los diputados del PDeCAT en la Diputación, los cuales le han trasladado estos últimos días que debería dimitir del cargo. Se ha manifestado "dolido" por el hecho "de que no hayan tenido confianza en mí", afirmando que él sí "la he tenido en muchos de ellos". En este sentido, califica de "clara deslealtad a mi persona" la falta de apoyo.
Sin embargo, Reñé define como "operación de escarnio mediático descarado" los hechos que tuvieron lugar el pasado martes, cuando, ante una fuerte expectación mediática, abandonó la Diputación de Lleida detenido por los Mossos d'Esquadra en el marco de una operación anticorrupción, durante la cual los agentes registraron durante horas el edificio provincial.
A pesar de su renuncia a la presidencia de la Diputación de Lleida, Reñé ha confirmado que no dejará el acta de diputado en el ente provincial. De este modo, él mismo deberá convocar, en un plazo de diez días, un pleno para que la corporación acepte su renuncia y, posteriormente, se deberá fijar una nueva fecha para elegir a un nuevo presidente/a de Diputación de Lleida.