El president Carles Puigdemont ha asegurado que no hay "barrotes ni exilios" que puedan disuadir al pueblo de Cataluña de "querer hacer posible aquello que les es permitido a la mayoría de pueblos demócratas del mundo, decidir libremente su futuro, y hacerlo a través de las urnas". En un mensaje a la ciudadanía desde Bélgica, el president ha pedido que la manifestación del sábado en Barcelona sea un "clamor unitario, alto y claro" a favor de la "libertad y la democracia". "Nos tenemos que volver a hacer sentir, que todo el mundo escuche estas voces plurales", ha dicho Puigdemont. Al Estado, ha afirmado, hay que decirle que "así no puede continuar", a la UE que "deje de mirar hacia otro lado" y a "todos los demócratas del mundo" que el pueblo catalán está "en pie y es digno". "Estamos todos, os necesitamos muy activos, os queremos oír. Seguro que los que estamos en Bruselas o los que están en la prisión oiremos vuestro clamor, mañana", ha concluido.
Este es el mensaje íntegro del president Carles Puigdemont difundido este viernes: "Mañana tenéis, tenemos, aunque estemos lejos y algunos en la prisión, una cita para expresar con un clamor unitario, alto y claro, que queremos libertad y democracia. Queremos a toda la gente que está en la prisión, o los que estamos fuera, en casa. En libertad. Hacer aquello que los ciudadanos nos encargaron el 27 de septiembre de 2015, luchar por nuestras instituciones, por nuestras libertades, por nuestra manera y nuestro derecho de hacer un país nuevo, un país mejor, un país diferente. No nos dejemos atemorizar, no nos dejemos amedrentar por aquellos que querrían imponer la ley del 155, que querrían recortar nuestras libertades y que querrían aniquilar, vejar, humillar, nuestras instituciones. Como hemos hecho siempre en todos los Onze de Setembre, de manera pacífica, de manera absolutamente transversal, ahora, mañana por la tarde, nos tenemos que volver a hacer sentir, que todo el mundo escuche estas voces plurales. Enviemos un mensaje muy nítido y muy claro. Al Estado español: "así no puede continuar"; a la comunidad europea: "deje de mirar a otro lado"; a todos los demócratas del mundo, diciéndoles que hay un pueblo en pie, digno, que no habrá barrotes ni exilios que lo puedan disuadir de querer hacer posible aquello que les es permitido a la mayoría de pueblos demócratas del mundo: decidir libremente su futuro y decidirlo a través de las urnas. Ni con violencia, ni con represión, ni con fiscales, ni con jueces, ni con gobiernos autoritarios ni impuestos, sino a través de las urnas, que es la manera de saber la voluntad popular. Estamos todos, os necesitamos muy activos, os queremos oír. Seguro que los que estamos en Bruselas o los que están en la prisión oiremos vuestro clamor mañana. Muchísimas gracias".
