El candidato de Esquerra Republicana a la alcaldía de Lleida, Miquel Pueyo, ha explicado este sábado durante la presentación de la lista de Esquerra Republicana, MES-Moviment d'Esquerres, Avancem y Jovent Republicà que "la educación, la innovación y los servicios sociales son los tres ejes principales de la candidatura por el cambio honesto en Lleida" y que se desarrollarán en el programa para las elecciones municipales.
Para Pueyo, "el Ayuntamiento tiene responsabilidades en el ámbito de la educación que debe ejercer con mucha responsabilidad para garantizar la igualdad de oportunidades y por eso una prioridad será la lucha contra la segregación escolar y el trabajo en red." En cuanto a la innovación, ha destacado que "Lleida pierde población desde el año 2008 y, por tanto, pierde impulso y búsqueda de nuevas oportunidades. Es necesario contar con la Universidad de Lleida y clarificar la situación económica del Parque Científico y Tecnológico Agroalimentario." El tercer eje vertebrador de la campaña son los derechos sociales: "en la ciudad todavía hay muchas familias en la pobreza o en el límite de la pobreza, con problemas para pagar el alquiler de la vivienda, y muchos damnificados de los recortes de lo que se llamó el 'Gobierno de los mejores' ", ha apuntado el cabeza de lista republicano.
Pueyo se ha mostrado satisfecho por haber construido "una candidatura abierta y feminista, formada por 15 mujeres y 12 hombres que representan la diversidad de sensibilidades, con competencia profesional y política, y comprometidos con los valores republicanos y de la izquierda, con los que sabremos llegar a consensos y conseguir que los vecinos y vecinas se sientan dignos y escuchados."
"La ciudadanía deberá decidir, el próximo 26 de mayo, si quiere continuar igual o ser protagonista de una oportunidad histórica de cambio y trabajar por una Lleida justa, saludable, conectada, comprometida y cercana, que ponga a las personas en el centro", ha remachado el alcaldable.
El acto ha tenido lugar en la plaza Blas Infante de Cappont, frente al río Segre, un escenario que se convirtió durante nueve meses en un frente de la Guerra Civil, "un hecho que no se recuerda ni con una sencilla placa, porque la memoria histórica todavía da miedo en Lleida."
