La organización Provocando la Paz planea iniciar una nueva operación de recogida de alimentos y otros productos de necesidad, en este caso dirigida a los 'squad' de refugiados de Atenas (Grecia).
Se calcula que en la ciudad hay unos seis 'squad', unos asentamientos en edificios abandonados donde se prevé que, en cada uno, viven unas 250 personas. Según ha explicado el presidente de la ONG, Joan Reverté, están analizando las necesidades que hay sobre el terreno mediante un coordinador y después se hará un llamamiento a la ciudadanía. "Pueden ser cosas muy específicas como leche de bebé, pañales o comida", ha detallado.
La organización, que ha recibido el premio Amposta 2016, acaba de enviar bufandas tejidas por ancianas desde residencias de Tortosa y la Ampolla a los campos de refugiados de Grecia. La entidad ya envió 15 toneladas de comida gracias a la respuesta ciudadana en la Operación Calor en enero.
Reverté ha explicado que cientos de refugiados "sobreviven o malviven" en grandes edificios abandonados de Atenas, como escuelas u hoteles. "Internamente se organizan pero necesitan mucha ayuda externa para asegurar la comida", ha dicho el presidente de la organización, que ha alertado de que hay 'squads' donde hay varias mujeres embarazadas que requieren aún más atención. "Son refugiados que quedan marginados: llegan a la Unión Europea y no tienen acceso a casi nada", ha dicho. "Algunos llegan de manera ilegal y otros han sido rechazados". Ante una realidad cambiante, donde los 'squads' se abren y se cierran a menudo, Provocando la Paz está organizando reuniones con cooperantes y voluntarios para explicar qué situación se ha detectado para elaborar un nuevo proyecto. Así, la idea es que en los próximos meses se pueda trabajar de manera "más continuada" y volver a hacer el llamamiento a la ciudadanía por aquellas necesidades que se hayan detectado. "Hay que analizar y ver cómo lo podemos canalizar", ha dicho Reverté. Bufandas tejidas para los refugiados
La organización ha hecho un reparto de bufandas y gorros de ganchillo tejidos por la gente mayor de dos residencias de Tortosa y la Ampolla, en el Baix Ebre. Los centros habrían avisado a la ONG de que se estaban haciendo bufandas de lana y se les ocurrió que quizás habría la posibilidad de motivar más a las ancianas explicándoles que aquello que elaboraban serviría a un refugiado. "Nos comprometimos a hacerlo llegar", ha explicado Reverté. El viernes pasado, una cuarentena de bufandas y gorros hechos a mano viajaron hacia los campos de refugiados. Reverté ha explicado que la actividad también ha servido para motivar a las mujeres de la residencia: "hay algunas que hacía años que no trabajaban esta habilidad y tejer les sirve para estar más despiertas y recuperar la movilidad en las manos, que algunas estaban perdiendo". Una vez entregada la primera ropa de abrigo tejida por las ancianas, las mujeres siguen confeccionando más, y hacen cuellos o patucos.
