Las sesiones, de dos horas de duración cada una, son de carácter participativo, dinámico y activo y están coordinadas por las enfermeras de pediatría Mercè Segura y Ester Mateus y por la pediatra Mireia Biosca. "El hecho de que nos acerquemos a los centros educativos supone un beneficio para las familias, ya que los niños no tienen que dejar el instituto para ir al CAP, y evitamos que vayan solos o que los padres tengan que acompañarlos", ha explicado Biosca.
Los talleres tienen como objetivo dar a los jóvenes herramientas para conocer su enfermedad en aspectos como reconocer las crisis, detectar los síntomas y desencadenantes que tiene, saber el tratamiento que deben seguir, utilizar la medicación correctamente, y aconsejarles sobre cómo pueden evitar el humo del tabaco y los alérgenos. En este sentido, las profesionales del EAP han incidido en que "el buen control de la enfermedad depende, en gran medida, de una buena educación sanitaria".
Durante la sesión se ha aprovechado para administrar a los jóvenes, con la autorización paterna, la vacuna antigripal (que está indicada para esta patología). De este modo, no tienen que volver al CAP para vacunarse, ni tienen que perder más horas lectivas.
