La fiscalía pide un año y medio de prisión para una mujer que supuestamente se defendía de un intento de agresión sexual en Tarragona. Por su parte, el agresor se enfrenta a una pena de cuatro años por el intento de violación. Los hechos se remontan a abril de 2013, en las afueras de la ciudad. Ante el ataque del agresor, que quería mantener relaciones con ella, la mujer le dio un golpe en la cara con un vaso de vidrio, por lo que se le acusa de un delito de lesiones con instrumento peligroso, según recoge el escrito de acusación del ministerio público que ha avanzado el Diari de Tarragona. Fuentes de Fiscalía, sin embargo, han remarcado a la ACN que se trata de conclusiones provisionales y que pueden verse modificadas durante el transcurso del juicio, que se celebrará entre los días 7 y 9 de febrero en la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona. En este caso, si se considerara probado que la mujer actuó en legítima defensa, podría quedar eximida del delito.
Según ha avanzado el Diari de Tarragona y han confirmado fuentes de la fiscalía a la ACN, el caso se juzgará del 7 al 9 de febrero en la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona. Será en el transcurso del juicio o en la sentencia cuando las conclusiones pueden variar, si se tiene en cuenta la legítima defensa de la supuesta agredida. Aparte de la pena de prisión, se le reclaman 300 euros por las lesiones ocasionadas. Los hechos se remontan al 15 de abril a las doce y cuarto de la madrugada por el entorno donde vivía la acusada. El procesado, de nacionalidad marroquí y con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, quería mantener relaciones sexuales con la mujer. Ésta se negó y empezaron a discutir y a forcejear entre ellos, hasta el extremo de que él la cogió por el cuello y le arrancó unos collares de perlas. También se le rompieron las gafas que llevaba. Entonces ella cogió un vaso de vidrio de una mesa y le dio un golpe en la cara. El impacto le causó heridas en la frente, además de contusiones en el hombro derecho, en el tórax y a nivel de la cara. Necesitó dos puntos de sutura, analgésicos y antibióticos y las heridas tardaron diez días en curarse. Pasados los hechos, en la cara le han quedado unas pequeñas cicatrices. Al acusado, aparte de la pena de cuatro años de prisión, la fiscalía pide la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 500 metros de ella durante un período de diez años. Y cuando salga de prisión, se enfrentaría a cinco años de libertad vigilada. En concepto de responsabilidad civil deberá abonar la cantidad de 1.000 euros por los daños morales y 112 euros por las gafas y los dos collares rotos.
