El juzgado de instrucción número 1 de Barcelona ha enviado a prisión provisional al monitor del Liceo Francés que habría agredido sexualmente a cuatro menores de 5 años. El magistrado da plena credibilidad a la versión que han dado los niños a sus padres, a la policía, a los médicos y a los psicólogos y considera que el investigado tiene mucho riesgo de reiteración delictiva. La interlocutoria establece que el hombre al menos una vez se masturbó delante de dos niñas en el lavabo y les hizo tocamientos, y en varias ocasiones hizo tocamientos a otros dos niños, e incluso puso los dedos en el ano de uno de ellos. El hombre tiene una discapacidad psíquica del 33%, pero el magistrado no la ve incompatible con el hecho de que conociera la ilicitud de sus actos.
El 19 y el 20 de marzo pasado dos familias denunciaron el caso a los Mossos d'Esquadra, relatando que sus hijas de 5 años habían sido agredidas sexualmente por uno de los monitores de patio y comedor del centro privado francés ubicado en la capital catalana. El 9 de mayo dos familias más denunciaron casos similares, pero con posible penetración, sobre sus dos hijos, dos niños de cinco años. Las familias grabaron a sus hijos explicando los hechos.
El hombre trabajaba de 12 a 2 del mediodía en la escuela, vigilando a los alumnos de educación infantil en el patio y en el comedor, y había sido subcontratado por una empresa contratada por el centro educativo.
El 10 de mayo, las psicólogas del Equipo de Asesoramiento Técnico en el Ámbito de Familia (EATAF) realizaron la exploración de las dos primeras niñas, en presencia del magistrado instructor, la fiscal, los abogados de las acusaciones, la defensa y el encausado. El lunes pasado se celebró una vista en la que la fiscalía y las dos acusaciones particulares pidieron prisión provisional sin fianza para el monitor. La exploración de los otros dos niños está prevista para este mes de junio.
Por su parte, este jueves está prevista la exploración del acusado por parte de un médico forense, después de que la defensa lo pidiera para determinar si sufre alguna alteración psíquica que le impida conocer el alcance de sus actos. El hombre tiene reconocida oficialmente una discapacidad psíquica del 33% desde 2009. El sospechoso se ha negado a declarar ante el juez al menos hasta que no sea explorado por el forense.
A raíz de la entrevista con las dos niñas y la exploración del lugar de los hechos por parte de los Mossos d'Esquadra, el magistrado instructor considera acreditado que al lado del patio hay unos lavabos donde normalmente hay una monitora, que siempre es mujer, también subcontratada por la empresa. Sin embargo, en algunos momentos puede ser que la mujer no vigile los baños. También hay unos lavabos al lado del comedor a los que van los alumnos de educación infantil y que no tiene vigilancia.
El 1 de noviembre pasado o probablemente después, el ahora encarcelado habría aprovechado que las dos niñas, que son muy amigas, estaban dentro del lavabo del patio para entrar junto con ellas y masturbarse delante de las menores. El hombre eyaculó sobre la ropa de las niñas y frotó su pene por el pecho y la zona vaginal de las niñas, sin quitarles la ropa.
Posteriormente, hacia enero, el hombre llevó a uno de los dos niños denunciantes a la parte trasera de una caseta que hay en un rincón del patio y allí le tocó los glúteos y le introdujo un dedo en el ano. Con el otro niño realizó unos hechos similares pero sin penetración anal. Por el relato que hicieron los menores a sus padres, el hombre habría tenido esta conducta varias veces y para atraerlos hacia detrás de la caseta les ofrecía caramelos, golosinas y bombones. El relato de los dos niños coincide.
Justificación de la prisión preventiva
El magistrado justifica la prisión porque si se confirman los hechos serían muy graves, como un delito de agresión sexual a menor de 16 años sin penetración, pero con el agravante de abuso de superioridad, lo que puede suponer una pena de hasta 10 años de prisión. En el caso del niño que no fue penetrado analmente, pero sí agredido de forma continuada, la pena podría llegar a los 12 años de prisión, mientras que en el caso del niño que fue penetrado analmente, la pena podría llegar a los 16 años, recuerda el juez.
La interlocutoria de prisión explica que los Mossos d'Esquadra enseñaron a una de las niñas, junto a su madre, tres fotos de tres hombres diferentes, y la menor reconoció sin dudas al sospechoso, que "entraba al baño". La policía explica en su atestado que la menor estaba contenta, pero al reconocer la foto del monitor comenzó a tener ganas de llorar. La otra niña explicó hechos similares.
El juez también ha tenido en cuenta informes médicos. En el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona exploraron a las niñas en marzo, y no encontraron lesiones genitales, pero sí una leve erosión superficial en una de ellas. Una de las niñas fue visitada en abril en el hospital Vall d'Hebron que decía que la niña había explicado haber vivido diversas situaciones de violencia sexual con sospechas de abuso sexual infantil. En un informe, se consideraba "plausible" el relato de una de las niñas.
Por su parte, aunque los niños aún no han sido explorados psicológicamente por el juzgado, pero sí por el hospital Vall d'Hebron, y coinciden en su relato y han identificado al autor de los hechos.
El magistrado tiene en cuenta los relatos de los niños y las niñas, tanto a sus padres, a la policía, a los médicos y psicólogos y al juzgado, para afirmar que tienen mucha credibilidad. Así, el encausado ha sido identificado por los cuatro menores, los hechos tienen cierta similitud, ya que se produjeron en el patio del mediodía y en entornos más o menos privados. La posible falta de credibilidad de los niños por contaminación paterna o por conocerse entre ellos "debe ser desestimada", dice el juez, que recuerda que los niños van a P-3 y los niños a P-4.
Por todo ello, el magistrado ordena la prisión provisional para evitar el riesgo de reiteración delictiva, que es "corriente" en el caso de los delincuentes sexuales. "Incluso hay sujetos que reinciden durante un permiso penitenciario o después de cumplir condena", afirma. "Si damos por ciertos los hechos denunciados, el investigado sufre una alteración de su sexualidad que le hace desear tener contactos sexuales con niños pequeños", dice el escrito del juez, que califica estos contactos sexuales con niños de "horribles porque ocasionan unos traumas psicológicos gravísimos a las víctimas". El magistrado recuerda el relato de numerosas víctimas de abusos sexuales infantiles que han salido a la luz pública en los últimos años, sobre todo en lo que respecta a escuelas.
El magistrado dice que una simple orden de alejamiento respecto a menores no sería factible, porque la policía no puede controlar sus movimientos y que se acerque a una escuela o un parque infantil, y tampoco los centros pueden acceder a ningún registro policial donde consten sus datos.
En referencia a la discapacidad psíquica del investigado, el juez dice que el certificado es de 2009 y no se conoce ningún otro informe médico desde entonces. Además, dos profesoras declararon a los Mossos d'Esquadra que el hombre no se comportaba de ninguna manera extraña o poco habitual. Igualmente, el juez explica que el investigado cometía los hechos en lugares reservados, y por eso sabía que eran actos "recriminables" y el hombre conocía "el alcance moral de su conducta".
