Presos de la Modelo de Barcelona en el centro penitenciario Mas d'Enric

27 de marzo de 2017 a las 09:21h
El centro penitenciario de Mas d'Enric, en el municipio del Catllar, se prepara para recibir a unos 450 nuevos internos entre el 3 de abril y el mes de septiembre. Los traslados son consecuencia de la reordenación del sistema penitenciario que el Departamento de Justicia ha diseñado a raíz del cierre de la Modelo de Barcelona. La prisión tarraconense, que se inauguró hace 15 meses y costó más de 100 MEUR, abrirá progresivamente los cuatro módulos que tenía pendientes de estrenar e incorporará a unos 160 funcionarios. El proceso permitirá reorganizar a los internos en módulos específicos, como el de preventivos. En septiembre, Mas d'Enric alcanzará el 80% de su ocupación con una población de unos 800 reclusos -el doble de los que hay ahora-, y una plantilla de 440 funcionarios.
A partir de esta semana se iniciará el proceso de apertura completa de la prisión de Mas d'Enric, que actualmente tiene cinco módulos activos -tres de ordinarios, uno de mujeres y uno de jóvenes- de los nueve que se construyeron. El miércoles llegarán 45 nuevos funcionarios y, del 3 al 13 de abril, los primeros 115 internos provenientes de Brians 1, Brians 2 y Ponent, principalmente. El resto de reclusos, hasta un total de 450, llegarán a partir de junio. Durante una visita a Mas d'Enric, el consejero de Justicia, Carles Mundó, ha explicado este lunes que los traslados se enmarcan en el plan de reordenación motivado por el cierre de la prisión Modelo de Barcelona. "No tenía sentido tener un centro nuevo flamante estrenado hace 15 meses, que está infrautilizado y, a la vez, una prisión de 113 años de historia que se cae a pedazos", ha argumentado. En respuesta a las críticas de los sindicatos por falta de personal y seguridad en Mas d'Enric, Mundó ha afirmado que los 160 nuevos trabajadores que se incorporarán son "un número más que suficiente" para poder atender las necesidades existentes y ha subrayado que, con el cierre de la vieja prisión de Barcelona, el sistema tendrá más funcionarios que nunca. El consejero ha defendido también que el centro ofrece "un entorno de máxima seguridad" -dispone de más de 700 cámaras de videovigilancia-. La cifra de 800 internos que habrá en septiembre en Mas d'Enric representará una ocupación del 80%, un nivel "óptimo", según ha incidido Mundó. En este sentido, el consejero ha explicado que una de las principales ventajas de tener la prisión a pleno rendimiento será la posibilidad de mejorar el tratamiento que se ofrece a los internos, los programas educativos y deportivos, y distribuirlos en los módulos de forma más efectiva y especializada. El primer sector que abrirá puertas en abril será el número 4, que acogerá a internos que disfrutan de permisos y cumplen condenas cortas. Esta semana un total de ocho reclusos trabajan en la puesta a punto de las instalaciones. Por su parte, el número 1 quedará como módulo de preventivos -ahora convivían con los penados-; el número 2 recibirá a internos que sufren de adicciones y en el número 3 se estarán los reclusos que han cometido delitos violentos. El director del centro penitenciario de Mas d'Enric, Francisco Romero, ha explicado que, posteriormente, decidirán cómo ocupan los módulos 5, 6 y 7 en función de las características de los internos que llegarán. Hay que tener en cuenta que, del total de traslados, unos 200 corresponden a personas con arraigo en la demarcación de Tarragona que cumplen condena en otras prisiones catalanas, según ha subrayado el director general de Servicios Penitenciarios, Amand Calderó. Por otra parte, uno de los requisitos para poder hacer efectiva la ampliación de Mas d'Enric era la puesta en marcha de la depuradora de aguas residuales del Catllar, dado que hasta ahora el equipamiento ha funcionado con una planta provisional. La nueva depuradora definitiva ya funciona en fase de pruebas y se espera que la ACA dé el visto bueno para inaugurarla en abril, según el consejero Mundó.
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