Presentan alegaciones contra la construcción de un hotel de lujo en Socampo

13 de noviembre de 2017 a las 16:04h
La EMD de Isil y Alòs y las entidades Ipcena, Depana y la Fundación Oso Pardo han presentado cerca de una treintena de alegaciones contra el proyecto que promueve la empresa Life Explorer SL para construir un hotel rural de lujo con una decena de habitaciones en la borda de Socampo, en el valle de Bonabé, en el municipio de Alt Àneu (Pallars Sobirà). En las alegaciones, sostienen que no se puede construir un hotel de estas características en una zona del Parque Natural del Alt Pirineu cercana a la cabecera del río Noguera Pallaresa afectada por la Red Natura 2000 y por el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de Cataluña. Además, consideran que, teniendo en cuenta que se ubicaría en una zona no urbanizable, sería necesario que el proyecto se tramitara como un Plan especial urbanístico y, por tanto, también requería de evaluación ambiental. El Ayuntamiento de Alt Àneu sacó a información pública el proyecto durante el mes de octubre, cuando la EMD y los ecologistas presentaron sus alegaciones contrarias al proyecto. En caso de que el consistorio no las atienda, no descartan recurrir a la vía contencioso-administrativa.
En el pliego de alegaciones presentadas, la EMD de Isil y Alòs y las tres entidades ecologistas ponen de relieve sobre todo motivos medioambientales y urbanísticos. Por un lado, coinciden en destacar que no se puede llevar a cabo la construcción de un hotel de estas características en una zona adyacente a la cabecera del Noguera Pallaresa y ubicada dentro del ámbito del Parque Natural del Alt Pirineu, afectada por la Red Natura 2000 e incluida dentro del PEIN de Cataluña y en la Reserva natural parcial para la protección de especies en peligro de extinción. El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, ha remarcado que estas figuras de protección de la naturaleza que afectan a la zona donde se quiere construir el hotel rural de lujo pretenden garantizar la preservación de la fauna que habita, entre la que se incluyen varias especies protegidas como el oso, el urogallo, la nutria o el quebrantahuesos. La presidenta de la EMD de Isil y Alòs, Sofia Isús, ha explicado que los terrenos donde se ha proyectado el hotel no son urbanizables y, por tanto, requerirían una tramitación diferente a la que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Alt Àneu. Según Isús, el consistorio está tramitando el proyecto como una rehabilitación de la borda, con una licencia simple de obras, pero por sus características debería hacerse como un Plan especial, requiriendo por ello una evaluación ambiental. A la vez, también denuncian que el hotel se ubicaría en una zona inundable, muy cercana a la cabecera del río. Desde la EMD y las entidades ecologistas consideran que se trata de un proyecto "especulativo" en medio de un espacio natural de los Pirineos. Asimismo, ven que podría suponer un precedente para que se abra la puerta a que otras bordas y cabañas del ámbito del Parque Natural del Alt Pirineu puedan acabar convirtiéndose en complejos hoteleros, según ha señalado el presidente de Ipcena, Jordi Pedrós. En este sentido, Isús ha explicado que la misma firma promotora, Life Explorer SL, ha adquirido muchas de las casas del núcleo de Llaborre, que se encuentra casi deshabitado. Por otra parte, el Ecomuseo de las Valls d'Àneu realizó en 2006 un inventario de elementos prioritarios del patrimonio arquitectónico y etnográfico del Parque Natural del Alt Pirineu que incluyó la borda de Socampo. De este modo, la construcción del hotel también supondría "una vulneración patrimonial". El proyecto de construcción promovido por Life Explorer SL en la borda de Socampo, con un presupuesto de inversión de 2,5 millones de euros, prevé la construcción de un hotel de 10 habitaciones, y ampliar la planta baja y la primera planta de la borda en cinco plantas. De este modo se incrementaría la superficie construida en un 40%, pasando de los 680 metros cuadrados actuales a 1.279. Además del hotel, el proyecto también incluye un restaurante con una capacidad de 50 personas y un spa, con unas necesidades de agua de 7.800 litros/día, así una depuradora biológica soterrada, un establo en una zona cercana y un puente, entre otras actuaciones que afectarían terrenos comunales, más allá de la propiedad privada que acoge la borda. La Val d'Aran limita el uso de antiguas bordas como hoteles  La Val d'Aran sólo permitirá que antiguas bordas puedan convertirse en hoteles en núcleos que estuvieron habitados en la zona de la Ribera de Toran, básicamente en el municipio de Canejan. Según publica el diario Segre, así se desprende de la normativa que ha elaborado el Conselh Generau d'Aran para regular el uso de bordas y antiguas cabañas aunque antes deberá ser aprobada, primero por el propio Conselh y posteriormente por la Comisión territorial de Urbanismo de la Val d'Aran. Según esta normativa, el resto de bordas del Aran únicamente podrán ser destinadas a usos lúdicos y familiares, exceptuando algún caso en que podrían acoger negocios de restauración, siempre y cuando se dote de un plan especial para la zona y el proyecto cuente con la autorización del ayuntamiento en cuestión.