El presidente del grupo municipal del PDeCAT y Unió, Toni Postius ha lamentado hoy, después del pleno extraordinario para dar cuenta de la dimisión de Àngel Ros como alcalde de la ciudad para asumir la embajada de España en el Principado de Andorra, que el pleno no lo hubiera convocado en su momento el mismo Ros, cosa que habría permitido hacer un último debate de balance de su etapa. Postius también cree que, sea quien sea su sucesor de aquí a las elecciones del mes de mayo, sólo será una fase de provisionalidad hasta el cambio que está convencido de que se producirá en las urnas.
"Es una lástima que este pleno no se celebrara con la presencia de Àngel Ros antes de asumir la embajada en Andorra, cosa que nos hubiera permitido mantener un último debate como hacen todos los alcaldes que dimiten", ha dicho Postius en una atención a los medios de comunicación, de manera que ha considerado el pleno extraordinario de hoy como "un trámite" para oficializar la despedida. A la espera de que el PSC decida el sucesor de Ros hasta las elecciones de mayo entre Montse Mínguez y Fèlix Larrosa, prevé que "el cambio de verdad se producirá el año que viene en las elecciones municipales, donde estoy convencido de que los leridanos pondrán el punto y final a cuarenta años de gobiernos socialistas".
Sobre el balance de Àngel Ros como alcalde, Postius ha reconocido que "es evidente que en estos catorce años Lleida ha hecho una transformación importante", aunque al precio de un "profundo endeudamiento que pagaremos los leridanos de hoy y los del día de mañana". Para el líder demócrata "este último mandato ha estado muy marcado por la forma en que el tripartito del 155 ha dado la espalda a la ciudad, a la mayoría social comprometida con el país", con especial recuerdo por los hechos del 1 de octubre en la ciudad.
