Los temblores en los perros se pueden deber a un problema físico o psicológico, y es importante que nos fijemos en qué tipo de temblor tienen, y consultar con un especialista.
Muchas veces tiemblan por motivos como las bajas temperaturas, pero muchas por algunas enfermedades que les crean malestar, como la fiebre o la hipoglucemia. Las razas de tamaño más pequeño son más propensas a temblar, ya que tienden más a bajadas de azúcar y regulan con más dificultad la temperatura de su cuerpo.
Puede darse el caso de que nuestra mascota haya ingerido algún fármaco o sustancia tóxica; y por eso hay que tener cuidado.
También puede ser que nuestros perros tiemblen a causa de algún problema psicológico como el miedo. Muchas veces hemos visto a nuestro perro temblar al oír sirenas, truenos, petardos, etc. La ansiedad y la excitación también pueden desembocar en temblores.
También por razones psicológicas, los perros de raza pequeña son más nerviosos e hiperactivos que los grandes, y por eso, tienden a temblar más.
Lo mejor es acudir a su veterinario, ya que los motivos por los cuales nuestro perro tiembla pueden ser varios. Hay que recordar que el temblor en ellos no es como el nuestro, ya que puede deberse a dolores, trastornos del sistema nervioso, hiperactividad, miedo, etc. Si no ponemos remedio, con el tiempo los temblores pueden convertirse en un estado patológico o pueden estar sufriendo alguna enfermedad sin que nos demos cuenta.