La Audiencia de Lleida juzgará el 10 y 11 de abril a una mujer de 53 años acusada de intentar matar a su marido en Mollerussa golpeándolo en la cabeza con una botella de cava, cuando salía de la bañera. Según la denuncia, antes, había intentado drogarlo poniendo somníferos en unas natillas que le había ofrecido de postre pero que el hombre rechazó tomar porque tenían un sabor "extraño". El hombre logró huir de su agresora cuando ésta fue hacia la cocina. Entendió que iba a buscar un cuchillo para seguirlo atacando así que subió al primer piso y se encerró en la habitación de su hija, desde donde llamó a emergencias. La fiscalía pide que se impongan a la acusada ocho años de prisión por un delito de intento de homicidio. M. D. C. D. L. R. R. se sentará el próximo miércoles en el banquillo de los acusados por intentar matar a su marido. Aunque la fiscalía reconoce que la mujer tiene rasgos característicos de un trastorno de personalidad, considera que en el momento de los hechos era consciente "perfectamente" de sus actos.
La agresión ocurrió el 5 de febrero de 2018 en el domicilio de la pareja, en la calle Mestre Enric Subirós de la capital del Pla d'Urgell. Según la fiscalía, la mujer intentó drogar a su marido introduciendo unos relajantes musculares y sedantes en unas natillas pero no lo consiguió porque el hombre notó un gusto extraño y fue a la nevera a por otras.
Fue entonces, según el escrito del ministerio público, cuando la mujer le propuso a su marido bañarse juntos mientras tomaban una botella de cava, aprovechando que su hija de 22 años no estaba en casa. El hombre aceptó y al salir de la bañera, "con el propósito claro de acabar con su vida", según la fiscalía, la mujer empujó a su marido, que cayó golpeándose por todo el cuerpo y después lo siguió golpeando en la cabeza con la botella de cava y un "objeto contundente de vidrio que tenía en el lavabo dentro de una bolsa de plástico".
Herido, el hombre logró salir del lavabo y bajar las escaleras para huir de casa por la puerta pero, según la fiscal, fue incapaz de abrir la puerta a causa de su "nerviosismo", así que decidió volver arriba porque sintió que su mujer estaba en la cocina buscando un cuchillo. Se encerró en la habitación de su hija, llamó al 112 y pidió ayuda por la ventana.
Cuando llegaron los Mossos se encontraron a la acusada en el lavabo dentro de la bañera con un vidrio en la mano, con el que se había hecho varios cortes en la muñeca. Según la fiscalía, la acusada, antes de los hechos, había amenazado a su marido "muchas veces" con que si la dejaba "lo mataría". La mujer está en prisión de manera provisional por estos hechos desde el 7 de febrero de 2018.
El ministerio público pide ocho años de prisión para la mujer por un delito de tentativa de homicidio, una orden de alejamiento de su marido y libertad vigilada durante cinco años desde que salga de la prisión y que indemnice al hombre con 8.210 euros por las secuelas físicas y psíquicas sufridas.