Piden más de 6.300 años de prisión para la red de pornografía infantil en Tortosa

05 de octubre de 2018 a las 07:56h

La alerta de un Centro de Menores tutelados de Tortosa permitió destapar una red que se dedicaba a abusar sexualmente de menores y grabar pornografía infantil. Siete personas fueron detenidas en Tortosa, Cubelles, Xàbia, Valencia y Barakaldo. La Fiscalía pide 6.317 años de prisión para ellos, acusados de delitos de abusos sexuales y corrupción de menores, producción y distribución de material pornográfico infantil, y de organización criminal. Con la llamada Operación Trinity se desmanteló la red pedófila que captaba menores de edad en situaciones de precariedad o dificultades a los que pagaban entre 10 o 20 euros, según el acto sexual que accedían a practicar. Habían captado a los menores en Tortosa, Barcelona, Valencia, Marruecos, Tailandia, Rumanía o Vietnam, entre otros. Hay 103 víctimas identificadas y la Fiscalía también reclama una indemnización por daños morales de hasta 55.000 euros para ellas. El juicio podría celebrarse el primer trimestre del año que viene en la Audiencia de Tarragona.

En concreto, la Fiscalía pide al primer acusado, Jean Luc A, 1.179 años de prisión, 720 años a Christian B., 710 años para Younes N., 1.088 años a José C., 1.028 años para Fernando A., 1.016 años a Martin R., y finalmente 576 años de prisión a Miguel A. Todos ellos están acusados de 28 delitos continuados de corrupción de menores por producción y distribución de material pornográfico, 75 delitos de corrupción de menores por producción y distribución de material pornográfico, y un delito de organización criminal. A Jean L. se le añaden 17 delitos de abuso sexual con acceso carnal. Christian B también está acusado de un delito de abuso sexual y José C. suma también un delito de distribución de material pornográfico para el cual se han usado menores de edad. Tanto Jean, Fernando, José y Martín habían sido condenados con anterioridad por hechos relacionados con abusos sexuales y uso de menores con finalidades pornográficas.

De acuerdo con el relato del Ministerio Público, al cual ha accedido la ACN, todos ellos formaban parte de la red que se encargaba de captar menores para producir material audiovisual pornográfico de orientación homosexual en el cual participaban los encausados de forma directa, en muchos casos, o registrando las imágenes. Entre ellos se remitían, compartían y distribuían todo el material que producían. Destaca, según Fiscalía, la cantidad de material filtrado por Jean Luc y Youness desde su domicilio de Tortosa. En esta ciudad habían conseguido captar, al menos, siete menores tutelados que vivían en centros de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), así como al menos seis más que habían pasado por algunos de estos servicios o de los cuales la Generalitat había abierto un expediente por su situación de vulnerabilidad. Les pagaban entre 5 y 20 euros según la práctica sexual, que se registraba en los domicilios de los procesados, con medidas de vigilancia para evitar ser sorprendidos. En estas viviendas, donde disponían de equipos de iluminación específicos, elementos para la práctica del sexo y aparatos profesionales de grabación de imagen, los acusados dirigían las actuaciones de los menores y establecían turnos. Algunos también hacían uso de utensilios fetichistas.

Captación de menores vulnerables

Jean Luc y Christian, que eran amigos anteriormente, habrían empezado a producir este material en el año 2000 en un piso de Barcelona. Entre 2002 y 2011, especialmente este último, ya con la participación de Youness, produjeron 81 episodios pornográficos utilizando once menores. Con sede social en la capital catalana, Jean creó dos sociedades para comercializar revistas y cintas de vídeo, producir, vender y distribuir audiovisuales. La red habría utilizado la cobertura de este negocio de pornografía legal para distribuir, primero por vía postal, a clientes de confianza imágenes de sexo explícito con menores. En 2011, llegan a Tortosa Jean y Youness. Este último era conocedor de la situación de vulnerabilidad de muchos menores de los centros tutelares de la Generalitat y se encargaba de captarlos. Algunos de los niños –de hasta once años en el momento de los hechos- se escaparon del centro para registrar las prácticas sexuales a cambio de dinero y el consumo de estupefacientes. La difusión de los hechos causó consternación y puso en cuestión el papel de la DGAIA en estos casos.

Si bien Tortosa se convirtió en el centro neurálgico de la red, sus actividades estaban diseminadas por varias ciudades del Estado y en el extranjero. El mismo Youness localizaba a los menores y organizaba encuentros anuales en Marruecos, así como también en Vinaròs o Castellón. Chrisitan, que era productor de pornografía de menores en el ámbito internacional, habiendo actuado en países del sudeste asiático y de Europa, se encargaba de las grabaciones. En el país magrebí captaban menores y también producían las imágenes y participaban ellos mismos en los actos. Fueron en total 40 episodios entre 2002 y 2014. Por su parte, Fernando y José, que también participaban en estos viajes, elaboraron material pedófilo, localizado posteriormente también en los registros policiales. Ambos se trasladaron en 2009 a Bucarest con el objetivo de elaborar material pornográfico con menores de edad, captando cinco en la capital rumana. El mismo José, junto con los acusados Martín y Jean Luc efectuaron esta misma práctica en Valencia, ofreciendo dinero a niños del barrio del Cabanyal para dejarse hacer fotos y, progresivamente, hacerlos participar en la producción de más material. Fernando, José y Jean Luc también están implicados en la grabación de actos pornográficos con menores en Málaga.

Los registros policiales de mayo de 2015 permitieron intervenir más de 3 millones de archivos gráficos de contenido pornográfico infantil de origen diverso, así como material profesional para la fotografía y la grabación y numerosos soportes de almacenamiento digital. Además, los agentes localizaron fichas de castings de modelos de varios países. En un primer momento, Jean Luc, a través de sus sociedades, vendía pornografía homosexual en formato CD y DVD por vía postal. Distribuían el material en dos catálogos: uno aparentemente legal, con 2.000 títulos -1.500 películas fueron incautadas-, y otro ilegal –en los registros se encontraron almacenados 2.715 vídeos de pornografía infantil-. A través de este último, los clientes de confianza le hacían peticiones por escrito de porno infantil, con 146 pedidos entre 2011 y 2015, que le había supuesto unas ganancias de 14.197 euros.

Doble catálogo

Con la expansión y el uso de Internet, pero, la trama decidió reorientar su negocio distribuyendo el material por Internet y enriquecerse, según Fiscalía, aprovechando el anonimato y la facilidad para publicar, editar, compartir y comercializar las imágenes. Con Youness como responsable informático por sus conocimientos en la materia y la colaboración del resto de miembros elaborando, editando y captando menores, idearon un sistema que pusieron en marcha entre 2012 y 2013. Disponían de 28 dominios de Internet, algunos en servicios de pago y otros en plataformas gratuitas, publicando tráilers o secuencias que utilizaban como gancho publicitario. En realidad, todas las visitas a estas páginas se redirigían a tres dominios principales, con contenido de pago mediante plataformas virtuales. Fiscalía subraya el papel de Jean Luc como el "cerebro" de este entramado cibernético vinculado a su actividad empresarial, ingresando entre 2010 y 2015 unos 106.988 euros, 95.000 de los cuales tenían una procedencia no justificada o no habían sido declarados. Christian continuaba como encargado del material gráfico publicado y la explotación de menores en el extranjero. La investigación ha encontrado 598 clientes de estos dominios de Internet, que habían efectuado 211 pedidos en 2011.

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