El barrio de Patraix de Valencia, se ha levantado hoy de luto. Javier, un hombre de 37 años ha acabado brutalmente con la vida de su madre, Elena de Solís, una mujer de 68 años que desde la pandemia casi no salía de casa.
Según informa Levante-EMV, el hombre habría golpeado repetidamente a su madre con un palo de escoba, y después la habría rematado con la estrangulación.
El otro hijo de la mujer habría llegado a casa de trabajar sobre la una y media de la madrugada -era vigilante- y habría encontrado el cadáver de su progenitora con evidentes signos de violencia, por lo cual habría avisado a los servicios de emergencia. Ya no había nada que hacer, la mujer llevaba horas muerta.
El parricida se había encerrado en su habitación poniendo muebles tras la puerta para evitar que la abrieran. Muy pronto se presentaron agentes de la Policía Nacional y la Policía local de Valencia, que detuvieron a Javier. Este, durante el trayecto a la comisaría habría confesado que 'había estrangulado a su madre'.
UNA FAMILIA CON PROBLEMAS
Los vecinos manifestaron que el hombre parecía no estar 'muy centrado' a pesar de que nunca había tenido comportamientos violentos ni se había peleado con su madre. También habrían manifestado que la madre sufría esquizofrenia y casi no salía de casa. Si antes la visitaban a menudo los servicios sociales, ahora era el hijo mayor (hermano del parricida) quien la cuidaba.
EL DETENIDO, HOSPITALIZADO
Por su parte, Javier deberá ser evaluado por forenses psiquiátricos para averiguar si era consciente o no de los actos, el grado de imputabilidad y la afectación de la supuesta depresión que sufría.
La policía peinó la escena del crimen en busca de pruebas, y el cadáver de Elena fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia donde comenzaron con la autopsia. Parece que la vivienda donde convivían la mujer y sus dos hijos presentaba un estado de abandono y dejadez evidentes.
El detenido, por su parte, tuvo que ser ingresado en el Hospital La Fe de Valencia por su grave estado de agitación dentro de los calabozos. Permanece en la planta de psiquiatría, pendiente de pasar a disposición judicial.