En el último pleno del día 29 de junio de 2018 nos equivocamos, y es necesario que lo reconozcamos alto y fuerte. Nuestro grupo municipal votó a favor del Convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Lleida y el Club deportivo FIF Lleida para la renovación de dos campos de fútbol en Ciutat Jardí. Nos explicamos. Nos gusta el proyecto del Club deportivo FIF Lleida. En tiempos como los actuales, donde la competitividad y el hecho de ganar pasan por delante de todo, necesitamos clubes deportivos que prioricen los valores y las actitudes propias del deporte de base. Entidades deportivas que, a nuestro parecer, resultan imprescindibles para la educación de los niños y niñas.
El problema es la letra pequeña que acompaña al convenio; el expediente que incluía la cesión de uso de una serie de equipamientos municipales del barrio y de estos campos de fútbol anexos al mismo CE FIF Lleida. Es decir, la cesión de unos espacios públicos a un club deportivo para su uso privado. El Ayuntamiento, como ya intentó hacer en el caso del Parc de les Arts, continúa con su política de ceder espacios y servicios públicos a entidades y empresas privadas. Y como también hizo entonces, lo hace con opacidad y sin informar a las vecinas y vecinos.
Preguntando por la privatización de este espacio en el "Chat del alcalde" el Paer en Cap repetía el mantra de siempre: "No se puede hablar de privatizar porque el espacio es y será municipal, es decir público". Si vamos a la propuesta del proyecto que figura en la página web de la Paeria se nos dice que "se sustituirá el actual y único campo de F11 de césped natural por uno de césped artificial con 2 campos de F7 transversales" que gestionará esta entidad privada. Por lo tanto, en pocas palabras: la zona verde y los equipamientos públicos que hasta ahora utilizaban las vecinas y vecinos de Ciutat Jardí se transformarán en tres campos de fútbol, con sus correspondientes equipamientos, para uso de un club privado. Sobre el papel seguirán siendo espacios públicos, pero en la práctica el barrio recibirá un espacio cerrado a su gente, entregado a la gestión privada.
Las declaraciones de este mes de julio contrastan con las que el alcalde de Lleida hizo en 2007, coincidiendo con la fiesta mayor del barrio de Ciutat Jardí. En ellas defendía que este espacio, sobre el cual se estaban llevando a cabo trabajos de reforma, se convirtiera en una zona deportiva para el entrenamiento de la UE Lleida, conjuntamente con una zona de uso público que incluiría espacios de gimnasia para adultos y para juegos infantiles. Espacios que aún se tenían que instalar. Y a pesar de todo una buena noticia. Como ya hicieron los vecinos y vecinas del Parc de les Arts, reaccionando con rapidez y organizándose bajo la plataforma "El Parc és nostre" para detener el proyecto de privatización de un espacio público, la gente de Ciutat Jardí también se ha agrupado y hará campaña por todas las casas del barrio "para que sepan que el ayuntamiento nos quiere quitar el único espacio verde y público que tenemos".
Recientemente, la gente del barrio del Camp d'Esports ha ganado un Parc de les Arts público y abierto a todo el mundo, gracias a una movilización sostenida y constante de las vecinas y vecinos. De igual manera que en su momento, Lleida ganó la plaza del Clot del Les Granotes con la lucha de madres, padres, niños y niñas ante las máquinas que querían destruir el espacio público. Hoy el PSC continúa con su cruzada para que el espacio público, el de todas y todos, deje de ser un espacio de socialización y ocio y se convierta en un espacio de paso, un espacio en manos privadas. Afortunadamente, de nuevo, choca frontalmente con la oposición vecinal.
Que la defensa del espacio público se convierta en un eje de cohesión y reivindicación del vecindario es una grandísima noticia, que muestra una sociedad civil activa y comprometida con su barrio, con su ciudad. Y la gente de la Crida per Lleida – CUP estaremos siempre a su lado.
- Francesc Gabarrell y Pau Juvillà, concejales de Crida per Lleida-CUP.