Victoria con bonus pero con regusto amargo la que este sábado consiguió el CR Tarragona. Ante los Senglars de Torroella de Montgrí, el equipo tarraconense jugó un partido de dos caras muy diferenciadas. Mientras que en la primera parte no se sintió cómodo en ningún momento, en la segunda se produjo la esperada reacción y la obtención de, incluso, el punto bonus ofensivo.
Fue el equipo visitante el que llevó el ritmo del juego y mantener la posesión del balón durante el primer tiempo mediante el juego que siempre lo ha caracterizado, transiciones cortas, sencillas pero muy seguras lideradas por una delantera con el mismo peso que oficio. A pesar de saber la forma de jugar del equipo contrario y haber incidido en el planteamiento de cómo atacar este tipo de juego durante los entrenamientos realizados a lo largo de la semana, los Voltors no aplicaron los sistemas adquiridos, en defensa se echaron de menos placajes ganadores que hicieran recular a los portadores del balón y sobraron los numerosos golpes de castigo por no respetar la línea del fuera de juego. El Torroella supo aprovechar este dominio inicial y golpeó primero anotando un ensayo después de largas fases en corto por parte de su delantera.
Parecía que, después de este primer susto, el Tarragona reaccionaba pues, rápidamente, en una buena jugada de fijación y combinación colectiva, Joan Rojas ensayaba sin oposición y ajustaba el marcador.
Nada más lejos de la realidad, después de un golpe de castigo transformado por Marc Martorell, el partido volvió por el mismo camino por donde había empezado y los Senglars anotaron dos ensayos más, el último de castigo por hundir un maul, antes del descanso.
Con el preocupante 8 - 19 comenzaba el segundo tiempo. La reacción desde el banquillo no se hizo esperar y se produjeron varios cambios que aportaron piernas frescas y contundencia en el juego, principalmente, defensivo.
El resultado parcial de este segundo tiempo (33-0) demuestra el dominio total del equipo local. La posesión del ovalada se recuperó, los visitantes pagaron el esfuerzo físico realizado durante la primera parte y los ensayos de Xavi Beltran, Marc Martorell, Óscar Puyo (cómo no, ha mojado en todos los partidos disputados de la presente temporada) y Quim Culubret se sucedieron.
Aunque, desde el punto de vista del resultado, se consiguió el objetivo (victoria + punto bonus), el juego del equipo no fue ni mucho menos brillante. Este sábado próximo los Voltors tendrán la oportunidad de disipar las dudas otra vez ante sus seguidores (vuelven a jugar como locales) y prácticamente certificar la clasificación hacia la División de Honor Catalana contra el INEF Lleida, uno de los equipos más potentes del grupo.
