La concejalía de Medio Ambiente y Playas del Ayuntamiento tiene más de mil ceniceros para repartir entre los usuarios de las playas con el objetivo de evitar que se tiren colillas en la arena. Se trata de un pequeño recipiente de plástico con tapa que permite guardar las colillas para tirarlas más tarde a la basura, después de la jornada de playa. Ya se han empezado a repartir mediante el estand de información medioambiental, cuya primera jornada tuvo lugar el 6 de julio en la playa Llarga. Sin embargo, para quien no pueda acercarse a la playa en las próximas citas marcadas en el calendario en que la concejalía estará presente, también se distribuirán en las oficinas de Turismo. El Ayuntamiento quiere evitar así que las colillas sean tiradas en la arena y concienciar a los vecinos y a los usuarios de las playas de que es necesaria la colaboración ciudadana para mantener limpias las playas. En el estand, que volverá a estar presente el próximo jueves en la playa de la Pallisseta, de 10.30 a 12.30 horas, la educadora ambiental ofrece información a los usuarios de playas referente a diferentes aspectos medioambientales como la calidad del agua de las playas, las medusas, buenas prácticas para disfrutar de la playa, información sobre la zona dunar "Els Madalers", los galardones ISO 14001, EMAS y Bandera Azul, los servicios disponibles, la campaña de recogida de excrementos de perros, el censo de animales de compañía, la campaña contra el mosquito tigre, la recogida selectiva de residuos, el ahorro de agua y energía, entre otros.
Las colillas en la arena son uno de los principales residuos que se generan diariamente en las playas, unos restos que están formados por acetato de celulosa, un derivado del petróleo, no biodegradable muy contaminante. Pueden tardar décadas en ser degradadas en el medio ambiente y durante todo este tiempo van liberando las sustancias que han retenido durante la combustión del cigarrillo. A esto hay que añadir el impacto visual que generan al ser uno de los residuos más abundantes en las playas.
Según los estudios realizados, una sola colilla de cigarrillo contamina 8 litros de agua de mar y sus componentes son una amenaza para los ecosistemas marinos.
