El Ayuntamiento de Reus se desprenderá completamente de la gestión del Hospital Sant Joan. ¿Qué supondrá esto?
Yo no diría 'desprender'. Yo diría que hemos encontrado una solución a una situación que era compleja. Gestionar la salud implica que, cada vez, se origine más inversión y más gasto y esto es muy difícil de asumir desde un ayuntamiento porque cada vez hay más población, la gente se hace mayor y necesitamos fármacos más complejos. Lo que hace 30 años era asumible hacerlo desde el municipio, ahora ya no lo podemos asumir. La solución que hemos encontrado es que sea la Generalitat quien asuma la gestión y, evidentemente, ellos también se comprometen a que se consensúe qué parte del municipio está representada, designada por ellos, pero teniendo en cuenta nuestra opinión sobre qué persona creemos que podría estar en el Consejo de Administración. Evidentemente, la gestión será 100% del CatSalut.
Como concejala de Salud, ¿está satisfecha con el hecho de que el Ayuntamiento de Reus pase a no tener ninguna participación en el hospital Sant Joan?
El consorcio ya era mayoritario del CatSalut y, de hecho, todos los hospitales -aunque sean concertados- dependen 100% del CatSalut porque es quien nos contrata la prestación asistencial. Por lo tanto, realmente, quien acaba tomando decisiones y planifica a nivel de atención sanitaria, siempre es la Generalitat. Por eso, no tengo esta sensación de pérdida. Además, desde la concejalía de Salud sabemos que el 70% de lo que nos influye en este ámbito está fuera del sistema sanitario y tenemos otras políticas para mejorar la salud de las personas: la promoción de la salud a través de hábitos saludables; así como políticas de vivienda, educación, cultura... Todo esto también contribuye a la salud de la ciudadanía reusense y en eso tenemos mucho que decir todavía. Donde no participaremos tan directamente como hasta ahora será en la atención sanitaria, pero de la salud no nos despreocuparemos.
¿Por qué, finalmente, la opción escogida no ha sido el consorcio que tanto se había anunciado?
Era un protocolo de intenciones de unas voluntades políticas que se han tenido que traducir a nivel jurídico y valorar elementos fiscales, patrimoniales, económicos y jurídicos. En este sentido, la intervención de la Generalitat ha dicho que según qué parámetros que constaban en aquel protocolo no se podían autorizar. La manera que hemos tenido para poder cumplir aquellos acuerdos de voluntad es una entidad de derecho público 100% del CatSalut. Por ejemplo, decíamos que haríamos un 55% (CatSalut) 45% (Ayuntamiento) de representación, pero, en cambio, decíamos que el déficit recaería sobre el CatSalut. En este sentido, intervención expuso que, si nosotros teníamos un 45% de participación, quizás si se produce un déficit no es suficientemente correcto que sea 100% responsabilidad de la Generalitat. Ahora bien, hay ciertas ventajas que tenemos con la entidad de derecho público que no teníamos con el consorcio. Por un lado, garantizaremos que haya presencia municipal en el Consejo de Administración. Respecto al déficit, está claro que al ser una entidad de derecho público 100% del CatSalut, si lo hay quedará asumido por la Generalitat. Con esto ya no hay duda ni discusión posible. Por otra parte, una novedad muy importante es que antes, con el consorcio, no traspasábamos la deuda que todavía hay pendiente para pagar la construcción del hospital, de forma que todavía se tendría que haber estado pagando el alquiler del edificio a Reus Serveis Municipals, pero, con la entidad de derecho público hemos conseguido traspasar también esta deuda que hay pendiente para pagar a los bancos, que son 70 millones de euros, y que pagará la Generalitat. Por lo tanto, la entidad de derecho público ya no tendrá que pagar un alquiler para que Reus Serveis Municipals pague los créditos, sino que, directamente, la Generalitat se encarga de pagar los créditos y no tendrá que pagar ningún alquiler.
De esta forma, el Ayuntamiento se quita de encima la deuda del edificio así como el déficit del hospital.
El déficit de 2017 ya lo removimos, finalmente, con los dividendos que teníamos de la sociedad Gecohsa porque no hay tiempo material de hacer una compraventa y, entendiendo que teníamos que remover la causa de disolución del hospital, el CatSalut decidió hablar con el Hospital de Móra ofreciendo, a cambio, inversiones en este centro. De hecho, el edificio del Hospital de Móra es propiedad de la Generalitat, nosotros sólo lo gestionábamos. Por lo tanto, tiene más sentido que quien haga las inversiones sea el propietario del inmueble que es el CatSalut. Respecto a 2018, el CatSalut se ha comprometido a que asumirá el déficit también. Con lo que nos conciertan de la actividad que vamos realizando parece que podríamos llegar a un déficit menor de lo que se esperaba. Por lo que quede todavía para no volver a estar en causa de disolución, nos darán una subvención.
¿Cómo repercutirá que el CatSalut esté al frente del Hospital Sant Joan de Reus en cuanto a la atención sanitaria?
La prestación de la asistencia sanitaria, con independencia de que haya habido déficits, creo que es de unas condiciones óptimas y excelentes. Nadie se ha visto perjudicado en la atención que ha recibido porque hubiera un déficit. Por lo tanto, seguirá habiendo una asistencia sanitaria de primer nivel como la que ya tenemos. Ahora bien, sí que es cierto que garantizamos una cierta estabilidad y tranquilidad de cara a los profesionales, que en esta situación de tener que remover causas de disolución no había. De hecho, esta situación de incertidumbre provocaba un clima de no poder atraer profesionales de otros lugares. Con el CatSalut al frente, los profesionales verán más posibilidades y se querrán trasladar para desarrollar sus proyectos. La estabilidad atraerá profesionales para venir a este centro sanitario y esto aumentará la cartera de servicios que ofrecemos.
Según el director del Servicio Catalán de la Salud, Adrià Comella, los trabajadores serán los principales beneficiados. ¿Usted también lo piensa?
La ciudadanía que debemos atender debe ser la principal beneficiada, y esto se consigue ofreciendo más servicios porque tendremos esta estabilidad y se podrá resolver todo en nuestro ámbito de influencia. Los siguientes beneficiados deben ser los profesionales porque les damos tranquilidad y se podrán dedicar a aquello que, realmente, se deben dedicar, que es la atención sanitaria. Hasta ahora, había una excesiva presión por temas económicos, cuando un hospital se debe preocupar de las listas de espera, de prestar buenos servicios, poder investigar y hacer investigación.
Así pues, ¿se espera que la nueva gestión favorezca la 'Región Sanitaria' del Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre?
Sí, de forma que el 95% de las patologías se puedan resolver en el territorio y, sólo aquellas que son muy complejas nos hagan trasladarnos a Barcelona. Tenemos el suficiente número de habitantes -800.000-, el suficiente número de profesionales y la categoría profesional necesaria, tenemos las instalaciones y la tecnología. Por lo tanto, sólo hay que tener la visión conjunta para favorecer a la población del sur. No queremos hablar sólo de cada uno de los hospitales (el de Reus, el de Tarragona, el de Valls o el de Vendrell), sino de la Región Sanitaria del Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre. Este es el beneficio principal para la población del territorio.
Hace tres semanas que se proclamó, oficialmente, como alcaldable de ERC por Reus de cara a las próximas elecciones municipales de 2019. ¿Cómo cambiaría la ciudad, o su forma de funcionar, con Noemí Llauradó como alcaldesa?
Nosotros damos mucha importancia a la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos y creo que lo hemos demostrado en las dos concejalías que hemos podido encabezar, con Montserrat Flores, con proyectos como los presupuestos participativos, el reglamento de participación que estamos elaborando, los consejos que estamos llevando a cabo, etc. La gente debe decir más la suya y no debe ser sólo cada cuatro años. Nosotros lo creemos y se equivoca quien no lo quiere tener en cuenta. Por otra parte, también destacamos el diálogo, y el Pacto de Ciudad de la Salud es una muestra. Así como buscar consensos, con independencia de que tengamos una mayoría más o menos sólida. Somos proclives a hablar con todo el mundo y, cuando son cuestiones de ciudad hemos llegado a acuerdos, a pesar de las discrepancias que pueda haber entre partidos. Este talante y forma de hacer, creemos que coincide con una nueva generación de políticos. Por lo tanto, participación, diálogo, consenso y valores republicanos.