El acusado de intentar introducir a una chica de 16 años en el maletero de su vehículo en Cambrils (Baix Camp), el 26 de junio de 2015, ha negado los hechos en el juicio que se ha celebrado este lunes en la Audiencia de Tarragona. El hombre ha explicado que estaba haciendo dos entregas en el municipio y que se cruzó la mirada con la chica en un par de ocasiones desde una distancia "de unos 30 o 40 metros". Así, ha asegurado que no le dijo nada ni la sujetó del brazo, tal y como sostienen la chica y la fiscalía. "Me la quedo mirando y digo, pues le habré gustado. Mi intención era pedirle el teléfono, pero veo que ella coge el móvil y me fui a tomar un helado a la playa", ha declarado el procesado, de 50 años. Por su parte, la chica ha afirmado que percibió que el hombre la seguía con el vehículo mientras ella caminaba por la calle y que, después de cambiar su ruta, se lo volvió a encontrar con el maletero del coche abierto. En aquel momento, según ha relatado, el individuo la agarró del brazo con fuerza mientras le decía "ven" e intentó introducirla dentro del maletero, sin éxito.
Los hechos se remontan al 26 de junio de 2015 cuando el acusado fue siguiendo a la chica con su vehículo por la calle Hospital de la localidad, según el ministerio público. Cuando ella se dio cuenta del seguimiento y de la actitud sospechosa del hombre, se dirigió "asustada" hacia una zona de peatones. Poco después, volvió a salir a la avenida del Nou Cambrils con la intención de dirigirse hacia un parque donde estaba su madre. La chica ha explicado que el procesado la estaba esperando en este lugar con el maletero del vehículo abierto. Según ha manifestado, él sacó una bicicleta de dentro del maletero y le dijo que se dirigiera hacia él. Acto seguido, ha añadido, el hombre la agarró del brazo con fuerza mientras intentaba introducirla dentro del maletero, pero después de forcejear con él se deshizo y pudo huir del lugar. Rápidamente, la chica se encontró con su madre y llamó a los Mossos d'Esquadra. Los agentes se personaron en el lugar y pidieron a la víctima que les diera una descripción del vehículo y del individuo sospechoso. Al cabo de unos veinte minutos, una patrulla los identificó en la zona del Ayuntamiento de Cambrils y los agentes pidieron al hombre que se dirigiera a la comisaría. Una vez allí, la chica lo reconoció de forma espontánea y se encerró dentro de un despacho porque tenía "mucho miedo", según ha declarado uno de los mossos. Por su parte, el procesado ha explicado que trabajaba en una empresa de Constantí y que tenía que hacer un par de entregas en Cambrils. Según ha dicho, en el primer caso la persona destinataria no estaba y, mientras estaba fuera del coche, vio a la chica caminando por la acera y se cruzaron las miradas. Acto seguido, ha asegurado que se fue a hacer otra entrega y que la volvió a ver "a unos 30 o 40 metros". Entonces, se la quedó mirando y pensó que quizás ella se sentía atraída por él. Aunque tenía intención de pedirle su número de teléfono, el hombre ha explicado que se fue a tomar un helado a la playa y que, cuando volvía hacia casa, se quedó "sorprendido" cuando lo detuvieron los Mossos d'Esquadra. El hombre, que sólo ha respondido a las preguntas de su abogado, ha negado que hubiera cogido a la chica del brazo. "En ningún momento estaba cerca, ni le dije nada, ni mantuvimos contacto físico", ha asegurado ante los magistrados de la sección segunda de la Audiencia de Tarragona. Después de escuchar las dos versiones y los testimonios de los agentes de los Mossos d'Esquadra, la fiscalía ha mantenido la petición de 3 años y 11 meses de prisión contra el hombre por un delito de detención ilegal en grado de tentativa. La fiscal ha subrayado que las dos personas implicadas no se conocían previamente y que la chica ha mantenido un testimonio "persistente" y "sin contradicciones" durante el procedimiento. Asimismo, ha tildado de "inverosímil" la versión que ha ofrecido el procesado. El ministerio público también ha solicitado que el hombre no se pueda acercar a la víctima a menos de 500 metros, ni comunicarse con ella, durante un período de cinco años. A su vez, la defensa ha solicitado la libre absolución porque la chica se ha contradicho en "hasta seis veces" respecto a las declaraciones que ofreció ante el juzgado de instrucción. El letrado ha insistido en que los dos encuentros fueron fortuitos y que no es creíble que, si se sentía amenazada, la joven no retrocediera y se marchara del lugar. Además, ha insistido en que la denunciante no presentaba ninguna lesión en el brazo. El juicio ha quedado visto para sentencia.
