El Ayuntamiento de Mollerussa está llevando a cabo la habilitación de un espacio de tránsito para animales que se recogen en la calle en una nave municipal junto a la estación de autobuses. Este espacio había sido utilizado antiguamente como almacén ferroviario para guardar material de Adif. La actuación forma parte de la primera fase del Plan integral de Protección Animal, que fue aprobado en Pleno por el consistorio y que tiene como proyecto final desarrollar en un futuro un refugio para Mollerussa, según ha explicado el alcalde Marc Solsona. Al mismo tiempo se habilitará un teléfono, que estará conectado permanentemente con la Policía Local, con el fin de comunicar los hallazgos de animales abandonados y poder así activar el protocolo correspondiente. El alcalde también ha explicado que se quiere ofrecer un carné de voluntario para que la ciudadanía interesada pueda, después de recibir una formación adecuada tal y como han recibido los agentes de la Policía Local, colaborar en el cuidado de estos animales en este espacio que tiene 110 metros cuadrados. Con la creación de esta red de voluntariado, ha dicho, el objetivo que se persigue es que se pueda facilitar la acogida o la adopción de estos animales antes de que tengan que ser derivados a la protectora y al mismo tiempo también hacer un ejercicio de transparencia sobre el destino de los animales recogidos.
El Ayuntamiento de Mollerussa recoge anualmente alrededor de una cuarentena de perros abandonados en la calle a los que debe dar acogida temporal antes de que alguna de las tres protectoras con las que se tiene un convenio de colaboración se hagan cargo.
En cuanto al espacio, que está siendo adaptado por la brigada municipal, contará con una zona para poder ubicar tres perros a la vez así como otra pensada para poder instalar dos gatos. También se ha previsto un espacio doble para gatos ferales o enfermos que no puedan estar en contacto con los demás. Lo ha explicado Anna Carbonell, de la Fundación Nova Eucària, que ha desarrollado el plan integral del espacio. Según Carbonell, se trata de animales que deben tener un control sanitario muy exhaustivo y el azulejo que se ha instalado tanto en las paredes como en el suelo garantiza una limpieza más específica y favorece la desinfección y la confortabilidad de los animales así como el control sanitario. Carbonell ha valorado en positivo la creación de una red de voluntariado que permitirá implicar a la ciudadanía en un proyecto social de estas características y al mismo tiempo aportar ventajas a los animales acogidos que tendrán un añadido de cuidados y la posibilidad de acabar en casas de acogida o adoptados.
La segunda fase de este Plan será hacer un diagnóstico exacto de las colonias de gatos que hay en la ciudad, de las cuales, de momento, hay contabilizadas una cuarentena.
