Miquel Pueyo: "Lleida tendrá un capítulo de inversiones histórico este 2023"

27 de diciembre de 2022 a las 16:45h

Lleida encara los últimos meses de mandato con un presupuesto de amplio consenso y desencallando proyectos que hacía años que estaban congelados. La oportunidad comercial del Plan de la Estación o la mejora del panorama industrial con el proyecto del polígono Torreblanca-Quatre Pilans son dos de estas iniciativas que marcarán el futuro de la sociedad leridana. Entrevistamos a su Paer en Cap y candidato de Esquerra a las elecciones municipales, Miquel Pueyo, que destaca la capacidad negociadora del gobierno de Lleida y su voluntad de llegar a acuerdos con fuerzas "maduras" después de los comicios de 2023.

 

Acabamos el año completamente diferente del 2021. Con presupuestos aprobados y encima gracias al principal partido de la oposición y al anterior socio de gobierno. ¿Cómo fueron estas negociaciones para conseguir la abstención?Para ser francos, el año pasado no me esperaba que el Comú nos dejara colgados y que el Partido Socialista se embarcara en una batalla para sacar adelante una moción de censura. En cambio, este año pensaba que era perfectamente posible que nos viéramos obligados a prorrogar los presupuestos al ser el último año de mandato. Puse las cuentas sobre la mesa y les expliqué que no estaríamos tres meses esperando a que nos dijeran qué pensaban hacer. Hubo un gesto de responsabilidad por parte de los dos grupos para aprobar el presupuesto. Del mismo modo que hace un año dije que me parecía una reacción poco madura, este año tengo que decir que su decisión ha sido sensata.

 

¿Cuáles son los elementos clave del presupuesto?Es un presupuesto de 227 millones de euros, que supone un incremento del 13%. Esta subida es independiente de nuestra voluntad en algunos aspectos como la actualización de los sueldos, los costes de energía o la subida de los tipos de interés. En otros aspectos, sin embargo, tenemos un capítulo de inversiones histórico con una cifra récord de 45 millones de euros gracias a los fondos europeos. Son un tren que quizás no vuelve a pasar nunca por delante y hemos presentado buenos proyectos que han obtenido resultados favorables. Asimismo, el PSC y el Comú nos pidieron introducir enmiendas como la recuperación de las piscinas de la Mariola o la recuperación de arbolado, y así lo hicimos.

 

Se ha firmado con ADIF el acuerdo para licitar las obras del centro comercial Pla de l’Estació. ¿Qué impacto debe tener para la ciudad este acuerdo?Desde el año 2007-2008 había quedado en suspenso. En un primer momento a causa de la crisis, pero después siguió parado por la inercia de los gobiernos sucesivos. Conseguimos un acuerdo con ADIF que nos permitirá licitar las obras del Pla de l’Estació, un acuerdo que puede ser histórico. Además, este plan incorpora la opción de una zona comercial unida a la red de la ciudad en lugar de situarse fuera del municipio. Es nuestro modelo de comercio y considero que es el modelo que la sociedad leridana reclama. Será estratégico desde el punto de vista del comercio y también permitirá terminar el cubrimiento de las vías.

 

¿Esto entierra Torre Salses definitivamente?Tanto Esquerra como Junts dijimos desde el principio que el modelo de un gran centro comercial en el exterior de la ciudad no era nuestro modelo. Como el gobierno anterior dejó firmado un convenio con los promotores de Torre Salses, hemos ido tomando todas las decisiones que tocaban siguiendo de forma estricta el marco jurídico y las recomendaciones del secretario, el interventor y el oficial mayor.

 

La promotora del proyecto se ha querellado contra usted y el primer teniente de alcalde, y declararán en enero. ¿Cómo recibieron esta noticia?Por un lado, he defendido la posición de este gobierno, pero al mismo tiempo también he defendido que no tengo más remedio que el cumplimiento de la normativa legal, que es lo que hemos hecho siempre. La querella creo que busca intimidarnos, ya que hablamos de un delito que conlleva prisión. Indirectamente, tiene una intención electoral. Nos señala a mí y al teniente de alcalde como dos agentes políticos a eliminar de la escena de la ciudad.

 

Últimamente, vemos como la oposición política en varios niveles del Estado se expresa a través de querellas. ¿Estamos judicializando demasiado la vida política?Los abogados lo definen como la querella catalana. Cuando no estoy de acuerdo con lo que hace alguien que está en el gobierno, me querello. Con esto consigo intimidar a su entorno y sembrar la duda sobre la persona. Es claramente un error porque la política es otra cosa y empieza a ser un procedimiento frecuente.

 

El nuevo polígono de Torreblanca-Quatre Pilans es otro de los proyectos para reactivar económicamente la ciudad. ¿Qué debe representar para el tejido industrial de Lleida?Es un proyecto que la Generalitat acabará aprobando en su formulación definitiva. También se arrastra desde el 2007-2008, cuando se empezaron a comprar fincas. En este caso, el volumen de alegaciones presentadas ha sido mucho menor que el de Torre Salses y el Ayuntamiento busca ajustar la dimensión de este polígono para perjudicar al mínimo número de personas posibles y que no se acerque innecesariamente al barrio de Magraners. Tenemos la capacidad de encontrar una buena fórmula.

Es el futuro de la industrialización de la Plana de Lleida y la misma ciudad en los próximos 30 años. En estos momentos, en Cataluña no hay ningún otro espacio con estas características. La ciudad necesita adquirir una fuerza industrial importante, que quiere decir salarios, puestos de trabajo, innovación y capacidad de transformación.

 

El señor Larrosa asegura que proyectos como el Pla de l’Estació o Torreblanca se desencallan porque Ayuntamiento y Generalitat son del mismo color político. ¿Es un factor determinante?Tiene que ver con la capacidad negociadora. Por ejemplo, la semana pasada firmamos un documento por el cual el obispado nos cede una parcela del Turó de la Seu Vella. Para hacer esto ha tenido que intervenir el Ministerio de Defensa, que había comprado esta pieza en 1956. Era uno de los muchos temas que nos encontramos congelados y lo hemos desencallado hablando con el Gobierno del Estado. Si hablamos con ADIF, el Estado y la Generalitat y conseguimos resultados, quizás es que tenemos una capacidad de negociación y convicción superior.

 

Parece también que todas las instituciones caminan juntas para que Lleida se convierta en la capital AgroBioTech del sur de Europa con los 7 millones de los PGE. ¿Qué aportarán este dinero?El Parc AgroBioTech arrastraba una deuda muy importante por el momento en que se adquirieron las instalaciones. Esta deuda se apoya sobre los hombros del Ayuntamiento y la Universidad, y es imposible ser devuelto con los intereses del Parc. Entonces, desde 2019 hemos intentado negociar con el Estado y la Generalitat para que hagan una aportación que permita reducir el endeudamiento. El acuerdo nos satisface muchísimo. Es una buena noticia que demuestra que se tiene que saber negociar y gestionar.

 

Se han renovado los acuerdos con los principales entes de dinamización turística de la ciudad. ¿Qué balance hacen del año 2022 en el ámbito turístico?La oficina de turismo ha atendido este año a más personas que el año 2019. En el puente de diciembre ha atendido un 7,5% más que el año pasado y los días con más afluencia fueron el 3 y el 9. Mayoritariamente, estas personas vienen de Cataluña, pero también tenemos de la Comunidad de Madrid, del País Vasco, de Aragón y de Andalucía. Nuestra impresión es que los dos atractivos de la ciudad son el patrimonio y la gastronomía. Por ejemplo, durante el puente ha habido unas 200 personas que han participado en las visitas guiadas y 350 personas que han visitado el Castillo de Gardeny. Podemos considerar el turismo recuperado.

 

 En abril anunció que se volvería a presentar como alcaldable. Después de un mandato tan pesado, ¿qué le ha empujado a optar a cuatro años más como Paer en Cap?Ha sido un período muy duro. Por eso, ha sido difícil tomar la decisión de afrontar una nueva contienda electoral y lo he tenido que hablar mucho con la familia. Tenemos la sensación de que los dos años de pandemia se hubieran merecido una prórroga porque a todos y a todas nos impidieron hacer muchísimas cosas. Para un proyecto de cambio después de tanto tiempo gobernando PSC hacen falta estos 8 años.

 

Si la aritmética lo permite, ¿marcará como socio prioritario a Junts o no cierra otras puertas como el PSC?Tendré muy en cuenta el grado de madurez, de capacidad de consenso y de eficacia. En el caso de Junts, hemos conseguido trabajar de una manera correcta y satisfactoria. Para tomar la decisión sopesaré la capacidad de lanzar puentes y de eficacia ante la frivolidad o el aventurerismo.

 

¿Quedaría descartado el PSC?Estamos hablando de hipótesis. Todo el mundo sabe cuál ha sido la línea de todos los grupos de Lleida y en el momento que corresponda tomaremos las decisiones que toquen.

 

¿Volvería a intentar un gobierno de coalición con el Comú?Los pactos se hacen con grupos y también con candidatos. La posición política del Comú tiene muchos puntos de conexión con la de Esquerra Republicana, pero también se tiene que sopesar la madurez y la resistencia de cada persona a la hora de afrontar la enorme proeza de gobernar una ciudad como Lleida.

Sobre el autor
Disseny sense títol (5)
Adrià Miró
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