El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha visitado hoy Viladecans para conocer diversos equipamientos municipales. Acompañado por el alcalde Carles Ruiz, el ministro ha conocido Atrium Viladecans, un centro cultural y deportivo de referencia que está celebrando su vigésimo aniversario durante 2023, así como las obras del nuevo polideportivo de la Escuela El Garrofer y las obras de mejora y rehabilitación de la Biblioteca de Viladecans.
El ministro ha explicado que Atrium es un modelo exportable a otras ciudades: “Yo creo que la cultura da vida –ha explicado–, la cultura da economía, y da calidad de vida y calidad de economía. Y en esto Viladecans es un ejemplo, porque ha demostrado con Atrium que se puede tener una programación permanentemente renovada, que se pueden crear audiencias, que se pueden crear complicidades con las escuelas y que se pueden hacer experiencias nuevas. Yo estoy fascinado, muy contento y con mucho reconocimiento al trabajo del Ayuntamiento de Viladecans que demuestra cómo se deben hacer las cosas”.
Iceta ha añadido que “Viladecans es una ciudad que ha encontrado en la cultura uno de los factores de desarrollo, porque aquí, ahora, estamos hablando de Atrium, pero tenemos la Biblioteca, tenemos el centro juvenil de Can Xic y, en el futuro, tendremos el cine, que será también un espacio para muchos tipos de actividades culturales”.
El alcalde Carles Ruiz, por su parte, ha explicado que Atrium está cumpliendo la función de ser un teatro metropolitano y, al mismo tiempo, un espacio cultural central en la ciudad. “Hace veinte años, Atrium salió como una propuesta no solo para Viladecans, sino para generar un espacio escénico en el área metropolitana de Barcelona que generara una propuesta cultural diferente y, sobre todo, un ámbito cultural de los municipios del Delta. Creo que gran parte de su éxito se debe a esta vocación metropolitana”.
La casa de la cultura y el deporte
Atrium Viladecans se planteó, hace veinte años, como un nuevo concepto en la oferta de servicios a la ciudadanía, ya que, en una misma instalación, se aglutinan el deporte y la cultura creando un espacio con unas particularidades y una personalidad propias. Su puesta en marcha completa el 6 de septiembre de 2003 –la parte deportiva abrió sus puertas el 1 de junio de ese mismo año– supuso un momento fundamental en la visibilización de la transformación que Viladecans ha emprendido en las últimas décadas. Un cambio hacia una ciudad moderna y orientada al bienestar de la ciudadanía, que tiene a Atrium como uno de sus estándares.
El edificio, que ocupa una superficie de 31.000 m2, de los cuales 14.000 m2 están edificados, fue diseñado por el equipo de arquitectos de Josep Maria Gil y Esteve Bonell, responsables de otros proyectos como el Velódromo de Horta o las últimas reformas en el Hospital de Sant Pau, y responde a esta concepción diferente. Se trata de una estructura diáfana, donde prevalecen las líneas rectas y la facilidad para la circulación de los usuarios, un hecho fundamental para una instalación que recibe una media diaria de aproximadamente 1.200 personas.
La instalación, además de sus contenidos de servicios, también diferencia estéticamente entre la parte deportiva y la destinada a las artes escénicas, con un tratamiento en materiales y en concepción adecuada a la oferta y que mantiene la filosofía de modernidad y comodidad para las personas usuarias. En este sentido, uno de los aspectos más singulares del área de artes escénicas es la exposición permanente de diez murales creados expresamente por el artista Joan Pere Viladecans para el vestíbulo del auditorio.
La zona de deportes consta de espacios que contienen dos piscinas, un polideportivo, salas de actividad física, zona termal y solárium. La instalación da servicio a personas abonadas a las actividades físicas, cursillistas, colectivos educativos y en riesgo de exclusión social y entidades deportivas de la ciudad.
La zona de artes escénicas consta de dos espacios: el Auditorio y la Sala Pequeña. El Auditorio cuenta con una capacidad de 850 butacas, y su espacio escenotécnico, con 25 metros de altura, 23 metros de anchura y dieciocho metros de fondo, es equiparable a teatros o auditorios como el Gran Teatre del Liceu, el Teatre Nacional de Catalunya o el Auditorio Kursaal de San Sebastián. En este espacio se puede programar cualquier tipo de montaje de pequeño, mediano o gran formato y géneros desde el teatro a la danza, pasando por espectáculos musicales de todo tipo –entre los cuales la ópera, ya que cuenta con orquesta–. La Sala Pequeña es una sala que dispone de espacio para 260 personas y destaca por su polivalencia, ya que permite la ubicación del escenario en cualquier lugar de la sala ofreciendo la posibilidad de programar obras con formatos singulares.
La programación cultural se basa en una filosofía más heterogénea, con espectáculos de teatro alternativo, infantil, monólogos, danza contemporánea e, incluso, circo. Desde el inicio de la programación estable se han realizado un millar de representaciones con más de 250.000 asistentes. Además, durante todo el año, los espacios se abren para colectivos educativos, con una programación específica para alumnado desde infantil a bachillerato, que garantiza que todo el alumnado de la ciudad pase al menos una vez por Atrium Viladecans para acceder a la experiencia artística, tanto desde el patio de butacas como desde el escenario, en alguna de las actividades que se realizan en colaboración con los centros educativos.
Visita a la Escuela El Garrofer y la Biblioteca de Viladecans
Miquel Iceta y Carles Ruiz también han visitado las obras de construcción de dos pistas polideportivas cubiertas en la escuela de primaria El Garrofer. Viladecans desarrolla un plan ambicioso de promoción del deporte femenino, que tiene como objetivo doblar, al menos, el número de mujeres que hacen deporte. Una de las consecuencias de este plan es la necesidad de incrementar el número de instalaciones deportivas.
El proyecto prevé la implantación de una cubierta para pista polideportiva y, al mismo tiempo, la reforma y actualización del gimnasio escolar, el cual acumulaba carencias y envejecimiento por el paso del tiempo. Las superficies de actuación han sido de 1.000 m² de cubierta para una pista deportiva, la superficie de actualización de los vestuarios es de 200 m² y la sala del gimnasio escolar de 300 m², y el coste de la actuación previsto en el proyecto es de casi dos millones de euros. La cubierta también se convierte en generadora de energía con la instalación de placas fotovoltaicas de una potencia de generación de casi 100 kW, y también es captadora de agua de lluvia para el riego de la vegetación del patio escolar.
Iceta y Ruiz han tenido tiempo también de ver la rehabilitación de la Biblioteca de Viladecans, la cual cuenta con un jardín vertical en la fachada de 480 metros cuadrados, con 17.000 plantas.