Miquel Casellas: "Una nueva legislatura para la historia"

18 de mayo de 2019 a las 10:25h

Tenemos en el cajón una nueva legislatura, cuatro años de un equipo de gobierno formado por dos partidos clásicos, más un concejal que se quedó en el aire después de que su compañera de formación se marchara a la oposición con las siglas del partido. A pesar de esta minoría que tenía la tarea encomendada por la población de sacar adelante el municipio, la cosa ha sido bastante tranquila porque otros partidos como el PP, PxC y Ciudadanos en un momento dado también han dado su apoyo a los presupuestos locales que es la herramienta básica y fundamental para llevar a cabo la acción de gobierno. Todo ha ido como una balsa de aceite. Incluso días que en otros lugares fueron movidos como el trascendental 1 de octubre aquí en la localidad se vivió desde un aspecto festivo y reivindicativo sin que surgiera ningún problema. Momentos históricos que dejaron al General Prim sin su calle en el centro de la ciudad, pero eso son cosas que pasan.

En estos años hemos pasado jornadas presuntamente históricas cuando justo después de San Juan tuvimos el honor de ser subsede de los Juegos del Mediterráneo, pero como pasó en el resto de campos, el nuevo pabellón estaba casi vacío en la mayoría de competiciones de balonmano femenino que tuvieron lugar en El Vendrell.

En esta legislatura la gente cansada de ver el puente de las Madrigueras presuntamente terminado, un día decidió quitar la valla y pasar. Al cabo de poco tiempo tuvimos una especie de inauguración oficial con los discursos y la visita protocolaria. Esta obra tan importante de infraestructura ha ido acompañada de una especie de camino por dentro de las Madrigueras que en pocos años ha pasado de ser un parking descontrolado de coches y caravanas a ser un espacio protegido teniendo cuidado de no pisar o no tocar. Milagros de la política local.

Después de promesas y primeras piedras hemos visto como el CAP del Botafoc empezaba a levantarse en su lugar previsto. Supongo que en la presente legislatura lo veremos entrar en funcionamiento. Ahora sólo falta que la plantilla de Santa Tecla en nuestra casa se amplíe y realmente se pueda sacar su máximo rendimiento.

En esta legislatura se ha continuado practicando la segregación escolar con una escuela de primaria donde el 70% u 80% de alumnos son de familias migradas. Parece ser que en el próximo curso ya no interesa llevar esta política y la cosa cambiará. Esta distribución no se puede equilibrar de un día para otro y menos cuando este centro también ofrecerá clases de instituto. A ver cómo evoluciona este episodio que está allí en la mente de muchos y que pasa de puntillas por los medios de comunicación.

En esta legislatura se han abierto nuevas superficies comerciales como el Bon Preu que registra uno de los puntos más álgidos de venta los domingos por la mañana. Este es un tema que nos debería preocupar porque nos estamos cargando el espíritu festivo. Algunos comercios tradicionales de la ciudad se han cerrado y a veces se han ocupado por grandes franquicias y la plaza Nueva de El Vendrell se ha convertido en un espacio reservado mayoritariamente a las ópticas. Por fin hemos visto abrir Cal Numbrú de El Vendrell. Uno de estos puntos emblemáticos de El Vendrell que después del Plan de Barrios se ha instalado como marca el emplazamiento una franquicia visual.

Nuestras tradiciones más ancestrales siguen fijas y no las quita nadie. Un ejemplo son los trenes cada hora en Barcelona en una línea que cada vez cuesta más llegar a la plaza Cataluña. La problemática por la sensibilidad del alumbrado público es bien vigente en algunas zonas, en especial los núcleos de las playas.

El Teatro Brisamar aún sigue su degradación lenta, pero constante y la zona del Tabaris está pendiente la realización de un nuevo plan con dinero europeo y vendrellenses que le tiene que lavar la cara, a ver si tiene tanto éxito como el nuevo pabellón del Club de Deportes Vendrell.

Han pasado cuatro años y la vía del colesterol es de los espacios más utilizados por los vendrellenses, en cambio a la Rambla le sigue faltando alegría la mayor parte de días del año.

Miquel Casellas