Miquel Casellas: "Una fiesta mayor marcada por la situación política catalana"

31 de julio de 2018 a las 16:49h

La Fiesta Mayor de El Vendrell ya es historia. Desde el pasado miércoles hasta el sábado teníamos una amplia oferta de actos y propuestas para pequeños y mayores. La gran mayoría estaban enmarcadas dentro del Vendrell histórico que va desde la Carretera de Valls hasta la Riera de la Bisbal, excepto la explanada del Botafoc, un lugar por conquistar y para poner unas luces que sirve de aparcamiento gratuito entre el día del Perro y la próxima Santa Ana.

La fiesta mayor de este año no ha pasado por alto la situación política peculiar que vivimos en El Vendrell y en toda Cataluña, aunque en las pasadas elecciones del 21 de diciembre ganó por amplia mayoría C's, la parte activa de El Vendrell todavía está controlada mayoritariamente por otros sectores opuestos que aprovechan para dar a conocer sus reivindicaciones. La jornada más clara fue entre los Versots de los Diablos y los castillos de los Niños de El Vendrell cuando la plaza Vieja por unos pocos minutos mostró su rechazo a todo aquello que nos han venido marcado a raíz del referéndum del 1 de octubre.

En esta mayor se han visto historias que han marcado el acontecimiento. Nada más empezar el gran argentino integrado Dani Utge que lleva 18 años en el municipio soltó un discurso afirmando sobre la tarima que la ciudad estaba sucia y no dejó de reivindicar la integración social, el trabajo social y todos estos vendrellenses que también conviven en este trozo del mapa demasiadas veces ignorados. Un pregón que a muchos sorprendió porque no era ni el de yo y El Vendrell de hace unos pocos años ni la poesía del año pasado, pero ya está bien que la cosa debe ser muy variada y nos tenemos que quedar siempre en el copiar y pegar que tanto ha marcado este pueblo.

Una de las cosas que me impresionaron fueron la multitud que había la noche de San Jaime en la Rambla para ver a los Sirex y los Mustang. Se agotaron las sillas y realmente daba gusto ver a aquella multitud de gente que no es fácil de ver y más entre semana. Realmente fue de estos conciertos memorables que obligaron a más de uno a buscar dónde estaba El Vendrell para ver a estos mitos de los años 60 que todavía dan caña y ya querrían muchos grupos actuales de aquí una década estar tan frescos como ellos.

Una de las cosas interesantes de la Fiesta Mayor es la línea de autobuses que llevaba a algunas localidades de la comarca con tres expediciones nocturnas. Una muy buena propuesta para evitar accidentes y que la gente de la comarca por un precio simbólico también pueda venir a disfrutar de la fiesta mayor. Había diferentes líneas que no cubrían todos los pueblos, pero es un gran paso que hasta ahora no se daba. Espero que la cosa siga por este camino.

Una de las cosas que no me ha cuadrado era el cartel de fiesta mayor, la verdad que podría estar muy bien para otras historias, un poco de cariz religioso, pero la mayoría de mortales no acabamos de entender que detrás de la cara de la santa se escondiera un programa de fiesta mayor.

Yo soy de las personas que piensa que aquí en El Vendrell uno de los platos estrellas es el pasacalle de fuego que este año fue en versión súper rápida. El castillo de fuego como el de los últimos años no es nada del otro mundo. Quizás que algún día unifiquemos las dos cosas y le demos más importancia al pasacalle de fuego y dejemos el castillo de fuego fuera del programa. Ya sé que tenemos un protocolo que se tendría que haber debatido en un pleno general para dar más calor a este mecanismo político municipal.

Pues la Fiesta Mayor ya es historia con sus administradores, sus portadores de honor y los que pueden subir al balcón por Santa Ana. Ahora ya ponemos en marcha una nueva edición de este epicentro de las fiestas municipales, la de los barrios ya hace unas semanas que han pasado donde no hay tantas figuras y personajes que sobresalgan del anonimato.

El año que viene hay elecciones municipales, pues supongo que aunque no hayamos disfrutado de la fiesta mayor, ya sabremos con todo lujo de detalles quién nos vendrá a visitar por la fiesta mayor. Muchas felicidades a todos los administradores y personas que han hecho posible esta fiesta mayor. No es nada fácil porque en El Vendrell hay muchos peajes para pagar cuando se quieren hacer cosas y no son fáciles de sortear. Podéis estar orgullosos y el tiempo también os ha acompañado y bienvenidos los nuevos administradores que ya se pueden poner a caminar para tenerlo todo listo el próximo año y a ver si vamos cambiando cosas porque las leyes se han hecho para romperlas sino todo sería muy aburrido, un poco sí. Mucha suerte e inspiración. El tema del pasacalle de las majorettes ya cansa un poco.

Miquel Casellas

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