Miquel Casellas: "Las dos Cataluñas y los dos Baix Penedès también"

02 de enero de 2018 a las 12:14h

A raíz de las últimas elecciones autonómicas nuestra comarca también ha quedado bien claro que se ha dividido en dos partes, aunque una supera con creces a la otra. Hay algunas localidades como Bonastre y Llorenç del Penedès donde las dos formaciones independentistas han revalidado su hegemonía en las urnas, pero el voto de Ciudadanos ha conseguido amplias mayorías en localidades como Albinyana donde no hay ningún concejal de esta formación y ha doblado con creces la actual fuerza mayoritaria en el Ayuntamiento.

El Baix Penedès también es naranja porque este color ha recogido una tercera parte de todos los sufragios con un alto índice de participación, un dato a tener en cuenta.

Si todos estos votantes que esta vez se han decidido a hacer valer sus derechos ante las urnas vuelven a repetir su actitud en las próximas contiendas nos podemos encontrar muchas sorpresas que pueden dar la vuelta definitivamente a la tortilla en nuestra casa.

Evidentemente esta situación ya se anunció con los resultado en los principales localidades del Baix Penedès y la tendencia es esta. Ciudadanos consiguió entrar en los ayuntamientos de El Vendrell y Calafell con una campaña muy sencilla. En el caso de El Vendrell consiguieron los mismos concejales que otras formaciones que pusieron toda la carne en el asador durante la campaña y antes incluso.

Aquí en la comarca con los datos de paro, fracaso escolar y situación económica que tiene tenemos no inspira mucha optimismo, por lo tanto el voto de personas "rebotadas" con el sistema es lo que acaba consiguiendo unos resultados peculiares. La gente ya está cansada de planes, proyectos, estudios, trabajos, reuniones, promesas y mil historias más y de ver a las mismas familias y clanes ostentando el poder desde dentro o fuera de los lugares de poder, cambiando los vestidos a todo para que parezca que sea nuevo, pero ya hace años que ha perdido la gracia.

Gracias a las redes sociales, la movilidad, los medios de comunicación y muchos otros factores hoy en día hay un importante número de votos que pueden variar de tendencia de un día para otro según las últimas informaciones o algún hecho o acontecimiento que haya pasado. Evidentemente no es lo más importante, pero en el fondo son los que decantan la baraja a un lado u otro. Al final son los que otorgan gobierno y envían a los otros a la oposición.

Salvar universos, ser solidario con mil causas perdidas y defender la igualdad de todos los humanos y los de cuatro patas es algo que la verdad siempre viste mucho en cualquier campaña electoral.

La gracia de todo al final es si se deben pagar más impuestos o si la gente mayor tiene transporte gratuito dentro de aquella localidad, las ayudas a las familias más necesitadas. Todo el universo que nos quieren vender antes de cada elección al final acaba con todo esto que es el pan del día a día. Hoy en día ya casi nadie con representación en los órganos de decisión defiende al trabajador. Los auténticos defensores de todo ya no alcanzan ni los mínimos para tener representación. Estos que la gente vota representa con unos o con otros del Ibex, a una u otra empresa, pero aquí detrás no hay causas perdidas como dicen representar.

Todo esto ya ha pasado a la historia. Los nuevos valores son más crematísticos que otra cosa. Algunos quieren arreglar el universo y no son capaces de tener contentos a los cuatro trabajadores municipales que tienen a su cargo directo. Nos prometen ilusión y no son capaces de regalar una botella de vino a los colaboradores de la radio. Están totalmente fuera de cobertura. La gente ya está entendiendo estos fenómenos y visto que los que ha confiado anteriormente no les ha hecho ni caso, apuestan por gente nueva, a ver si estos les escucharán un poco. Si la confianza depositada no funciona, como suele pasar, entonces se busca otra formación y adelante. No hay más historias, ni estadísticas. Vivimos a ritmo de microondas y nuestra política no está al margen de esta celeridad que nos empuja adelante a veces sin tener tiempo ni de mirar a nuestros lados porque nuestra realidad demasiadas veces está adulterada por las redes sociales y mil historias.

Miquel Casellas

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