En esta televisión que cada día tiene más canales y con una amplia oferta para ver cosas de todo tipo y a todas horas a veces sorprenden programas o hechos que hacen que un número considerable de personas lo sigan incondicionalmente.
Hasta ahora teníamos el fútbol, algunas series y concursos televisivos que atrapaban a los espectadores fieles delante de las pantallas, pero ahora tenemos un nuevo espectáculo mediático, una nueva farsa que ha llevado a 12 personas ante el tribunal en Madrid, algunos de ellos hace más de un año que están en la cárcel con unas acusaciones más cercanas a la ciencia ficción que a la realidad. Aunque parezca una ficción es una realidad con final supuesto.
Son muchas las personas que lo fueron siguiendo en la pequeña pantalla y en los diferentes programas que lo van analizando a lo largo de la jornada. Tampoco olvidemos la importancia de las redes sociales y los comentarios espontáneos que se van generando. Este es un tema de conversación muy utilizado en nuestra casa que seguro que gana con distancia al tiempo y al fútbol que son los clásicos al igual que las próximas citas electorales que mucha gente creo que ve de lejos porque ya están saturados de este tema.
Muchas veces la gracia de todo este juicio se esconde en imágenes, en pequeños detalles que esconden el secreto de todo y en comentarios de las diferentes partes que forman parte de esta obra de teatro institucional en la que la mayoría ya vislumbramos por dónde puede caer, pero tenemos que dejar pasar el tiempo y esperar a que se confirmen nuestras expectativas.
Nuestra sociedad vive dos realidades la que se ve en la calle mayoritariamente por las personas que viven en ella, prueba de ello es la gran respuesta que tienen las manifestaciones y concentraciones que se hacen a favor del Procés. Por otra parte, hay otra realidad virtual que es la que nos quieren vender algunos partidos y un poco los poderes fácticos de este Estado que cada día está más cuestionado.
Estos visionarios virtuales de este hecho viven inspirados en unos medios de comunicación que todos conocemos con unas musas y políticos de los cuales todos sabemos el nombre y yo creo que habría plena coincidencia.
El problema de todo es que unos tienen el poder y a los otros sólo les queda la razón y una Europa que empieza a mostrar que tiene que ir al médico de cabecera para que le den hora porque necesita unas buenas gafas y un aparato para mejorar el oído.
Estas dos realidades cada día están más lejos en el espacio físico. No es nada extraño que dos personas hablen y parece que utilicen idiomas diferentes, lo que hace que la comunicación cada día sea más complicada.
Tal como está el sistema actual, esto tiene que llevar al choque de trenes porque no hay mecanismos racionales que lo puedan arreglar, porque la Carta Magna está pensada para no tocarla ni en broma, aunque contempla los mecanismos para hacerlo, pero es más fácil que el Vendrell tenga trenes directos a Tarragona que no tocar una coma de este texto inmaculado que hace más de 40 años que no sufre ninguna pequeña variación importante salvo las modificaciones que ha sufrido por obligación del interés general.
Cada día es más sencillo escuchar conversaciones sobre los interrogatorios del Procés en un país que parece que todo el mundo sea también abogado y mil cosas más. Evidentemente las lecturas pueden ser tangencialmente opuestas pero aquí están. Hoy por hoy tenemos unos cuantos y bastantes libros que hablan del tema y unas cuantas canciones, si estuviéramos en América ya tendríamos terminada una película e incluso una serie sobre este tema. La programación de una cadena televisiva catalana gira completamente en torno a este juicio con final esperado. A ver cómo van los siguientes capítulos. Algunos abogados de profesión al ver cómo trabajan sus correligionarios de la Meseta, se deben llevar las manos a la cabeza de las barbaridades que dicen en esta tragedia venida a la realidad. A ver cómo acaba todo. Este año puede llover o no, pero si queremos estaremos entretenidos con este juicio y todo su entorno.
Miquel Casellas