En unos momentos en que casi cada persona podría tener su partido y cuesta muchísimo que una formación mantenga una mínima estructura, desde la ANC están pidiendo que los independentistas se unan de cara a las próximas municipales.
Esta propuesta que queda muy bonita, pero en muchos casos como en El Vendrell y Calafell son muy difíciles de aplicar. Primero de todo porque las dos formaciones principales de esta corriente ya han elegido cabezas de lista, al menos en El Vendrell, y cada partido sigue su estrategia individualmente de lo que hagan el resto del mismo ámbito.
En nuestra realidad a veces es más fácil montar proyectos parecidos con otras formaciones ubicadas en otro punto del marco electoral que no pelearse por unos votos en un espacio que está muy cerca.
En El Vendrell en esta legislatura, aunque fueron de la mano en un buen comienzo, al cabo de poco tiempo esta relación se rompió y se situaron en posiciones diferentes del poder local.
La gracia de todo, al menos aquí en El Vendrell, es que cada formación vaya individualmente a las urnas y a partir de ahí, que según los resultados y si las condiciones son favorables, que se pongan a trabajar en un proyecto conjunto para sacar el municipio adelante.
Según lo que se va viendo actualmente, en las próximas municipales de El Vendrell se pueden llegar a presentar hasta 10 candidaturas diferentes sin que ninguna tenga, a priori, ninguna mínima sensación de una mayoría de concejales, hecho que puede acabar en un municipio ingobernable en la próxima legislatura.
Ahora mismo en El Vendrell hay cosas mucho más importantes que la lucha independentista, que es algo que queda un poco lejos de sus competencias, aunque aquí somos personas valientes y somos capaces de elaborar mociones para lo que haga falta y las retocamos un poco y quedan aprobadas por una unanimidad espeluznante.
Ahora mismo en El Vendrell no necesitamos ni grandes profetas que nos traigan la felicidad universal, ni organizar marchas populares para declarar la independencia en la plaza Sant Jaume. Aquí necesitamos un poco de sentido común y tener un municipio mínimamente limpio y que cuando nos vean los turistas, pues al igual que pueden disfrutar del patrimonio que se esconde en Vil·la Casals, también puedan pasear por nuestras calles y plazas sin sortear heces de perro, trozos de papel y otros pequeños detalles que se pueden encontrar en nuestras vías públicas.
En cuanto a cómo terminar el programa electoral, se puede volver a coger el de las pasadas elecciones municipales, hacer un retoque de algunos términos y actualizarlos y la cosa está más que terminada.
En El Vendrell nos dejamos llevar por muchos milagros que cuando acaba el mandato todavía están allí haciendo cola para su realización y se pueden volver a aprovechar para la próxima legislatura.
Por la idiosincrasia vendrellense, muchos votos quedarán fuera del área de cobertura local. Aunque los partidos monten su puesto en la Rambla, muchos votarán en clave catalana o española porque estamos en una localidad que se ha convertido en una ciudad dormitorio y son muchos los que pisan la villa en momentos puntuales y su vida la hacen en otros municipios del cinturón urbano de Barcelona.
El problema del independentismo, como tantas otras cosas, es que hay para dar y vender y vale más que salgan las opciones más importantes y la gente se posicione en la urna a que hagamos una candidatura para quedar bien con mucha ambigüedad y que se rompa a la primera de cambio porque no se puede materializar ni en una moción de estas de pan con tomate a la que nos tienen tan acostumbrados.
Miquel Casellas