De todas las profesiones, ¿escogiste la de periodista, por qué? Cuando tenía 8 años siempre llevaba una grabadora conmigo y paraba a la gente para hacerle entrevistas. Me gustaba inventar programas, hacer de entrevistado y de entrevistador, pero no tenía conciencia de que aquello que hacía por diversión era un oficio. Con mis padres escuchaba mucho la radio y copiaba el formato sin ninguna pretensión y ya de adolescente empecé a colaborar con la radio de Alcanar, donde hacía programas musicales y concursos. En aquel momento entendí que era vocacional, que quería dedicarme a eso.
Si no fueras periodista, ¿qué serías? Esta duda la tuve cuando elegí la carrera. De segunda opción escogí psicología porque me gustaba mucho escuchar a los amigos, reflexionar sobre diversos temas, pasar tardes hablando de la vida. Aunque ahora mismo si no fuera periodista me reinventaría, quizás me dedicaría a crear. La radio teatro y los audiolibros me entusiasman, seguramente haría alguna cosa relacionada con este tema.
Te consideras ciego, no discapacitado, y mencionas que hay que potenciar otras capacidades si nos falta una. ¿Cuáles potencias tú?
De entrada quiero aclarar que a todos nos falta alguna capacidad, a mucha gente más de una (ríe). Yo soy ciego por casualidad, porque nací así y ya está, no lo escogí. Es cierto que te condiciona y te define la vida, pero sólo hasta el punto que tú o tu entorno te dejen. Yo soy primero periodista y después soy ciego, no un ciego periodista. Si digo que primero soy ciego y después periodista caigo en las discriminaciones positivas. No sé qué capacidad potencio, pero me considero una persona socialmente abierta.Hablas de discriminaciones positivas, ¿has sufrido? Le quito mucho hierro a las discriminaciones positivas y las negativas las denuncio. También tendría que hacerlo con las positivas, pero a nadie le amarga un dulce. A veces vas a un lugar y al momento te ofrecen una silla, yo tengo piernas y puedo estar de pie, o se da por supuesto que querrás subir por el ascensor.
Fui monitor de colonias en la parroquia y algunos padres no querían que me hiciera cargo de sus hijos, yo les decía que si tenían algún problema lo cambiábamos de grupo. Los niños, en cambio, estaban encantados de estar conmigo porque decían que no les podía vigilar (ríe), tocábamos la guitarra, explicábamos historias. Nos tenemos que deshacer de los prejuicios, si no sabes cómo funciona una cosa, lo preguntas, tenemos que hacer las cosas con normalidad. En Tarragona hicieron una cata de vinos y un grupo de amigos nos apuntamos, cuando llegamos nos cerraron la carpa para nosotros y dijeron que lo hacían para ayudarnos, todos íbamos acompañados y éramos perfectamente autosuficientes. Parece que se tiene que parar el mundo porque viene un grupo de ciegos a hacer una cata de vinos, y eso es lo que no me gusta.
Algunas cosas la gente las hace con buena fe, pero la discriminación positiva es tan peligrosa como la negativa.
Recibiste el premio a mejor presentador de radio 2018, ¿qué sientes cuando se valora tu trabajo? Pensé que se habían equivocado (ríe). Me hizo mucha ilusión porque no me lo dieron por el mérito de ser ciego y dirigir un programa de radio, fue por el trabajo que hago día a día.
¿Qué es y cómo nace el programa que diriges, 'Tothom'? 'Tothom' es un espacio para dar voz a personas con capacidades diferentes. Nace de la mano de Ricard Lahoz, antiguo director de Tarragona Ràdio, quien me dio la oportunidad de impregnarme del tejido asociativo de la ciudad. Queríamos encontrar la manera de hablar sin tabúes, de una manera clara y concisa sobre temas que normalmente no tienen espacio en las emisoras. El programa ha evolucionado muchísimo, al principio era un espacio aparte y ahora está totalmente integrado en la mañana de Tarragona Ràdio. Durante una entrevista mencionaste que tu imagen del entrevistado es su voz, su olor y su tacto. Es muy curioso porque yo no digo nunca que soy ciego y cuando voy a buscar al entrevistado lo primero que ven es la cabeza del perro y después a mí. Alargo la mano, siempre con la duda de que si la alargo demasiado le daré un golpe y si me quedo corto y es una chica no sabrá si darme la mano o hacerme dos besos, es un momento divertido. Notas si la persona está nerviosa y cuando empiezas la entrevista ya te has hecho una idea de cómo es la persona. No sólo con un entrevistado, me pasa con todo el mundo. También me equivoco.
¿Qué te hace feliz?
¡Ostras, nunca me habían hecho esta pregunta, qué difícil! Me hace feliz sentirme uno más, no sentirme discriminado o diferente, tener un trabajo que me gusta, unos compañeros y amigos a los cuales se les olvida que soy ciego, que son capaces de dejarme solo en medio de una discoteca y no para putear, sino porque no piensan en ello. Haberme casado con una mujer a quien tampoco le importa mi ceguera. Nunca he vivido como un drama el hecho de ser ciego.¿Algún sueño por realizar? No soy una persona muy soñadora, quizás soy conformista o es que toco de pies en el suelo o me va bien ir pasando el día a día. Pero me llama la atención hacer cosas nuevas. Hace poco me tiré en parapente, pensé que no tendría miedo porque, total no veo, pero cuando estaba al borde sentía cosquillas en la barriga.
¿Qué relación tienes con Milena, tu perra guía? Es una relación muy especial, supongo que es el sentimiento de antes de tener un hijo. Es dependencia total, si salgo a la calle sin ella me falta alguna cosa. Queda muy utópico, pero sin pedir nada a cambio me lo da todo, tiene una disposición total. Es un trabajo en equipo, yo tengo que saber dónde voy y ella se encarga de no sacarme de la acera, de no saltarnos ningún semáforo, no se trata de decirle llévame al trabajo, tienes que marcarle un poco.
¿Mejorarías alguna cosa de la ciudad? ¿Crees que está adaptada? Creo que se está haciendo buen trabajo. Que los semáforos sean sonoros está muy bien, aunque tenemos que adaptar la ciudad para todo el mundo. Ahora se habla de la accesibilidad universal, es difícil porque cada vez hay más casos diferentes y más individualidades pero se tiene que tener en cuenta. Al final yo no he escogido ser ciego y la sociedad lo tiene que contemplar porque somos ciudadanos igual que los otros.
