Más de mil voluntarios han recorrido esta madrugada del jueves las calles de Barcelona, Mataró y Sant Adrià de Besòs para actualizar el censo de personas sin hogar que viven al raso. La acción, que se realiza repetidamente en diferentes ciudades del área metropolitana de Barcelona, y también en las principales capitales del país, pretende "dar visibilidad" a la situación de fragilidad que viven estas personas y reclamar soluciones a las administraciones. "Es importante generar un vínculo de confianza para conocer de primera mano sus necesidades y poder diseñar programas más adecuados", explica el responsable de la Cruz Roja de Mataró, Santi de Arcos. El recuento está organizado por los diferentes ayuntamientos y entidades del tercer sector.
La capital del Maresme era una de las tres ciudades que esta madrugada se ha movilizado para hacer el recuento. Hacía siete años que no se actualizaban los datos y la última vez que se hizo el censo de personas sin hogar, en 2010, se llegaron a contar medio centenar de personas. El perfil de estas personas a lo largo de los años, explican desde Cruz Roja, ha ido variando. Durante los años más duros de la crisis, aseguran, había sobre todo inmigrantes que, al perder el trabajo, acababan recurriendo a la calle. Aquella ola ahora ya no existe y últimamente ha aparecido por todas partes un perfil de 'nuevos pobres' que se encuentran en la calle por primera vez después de llevar, hasta el momento, una vida más o menos cómoda. Su responsable de Cruz Roja en Mataró, Santi de Arcos, recuerda que llegar a la situación de "tocar calle" supone un golpe muy duro para muchas personas y saber cuántas hay, dar visibilidad al problema para no dejar a los ciudadanos "abandonados" y poderles ofrecer ayuda son los principales retos de campañas como la de esta última madrugada. Cruz Roja es una de las entidades que, en Mataró, más trabaja con este colectivo. Gestionan un centro de acogida en la ciudad, ofrecen ayuda de manera proactiva durante las olas de frío y, desde hace un tiempo, también organizan batidas semanales, cada lunes, para recoger las demandas de las personas que duermen en la calle. Paralelamente, el Ayuntamiento y las entidades del tercer sector llevan años poniendo en marcha el Club Social Andana para la atención de personas que viven en situaciones límite y que tienen en este 'centro de día' una vía de escape. El centro organiza actividades durante el día, ofrece almuerzo y algunos servicios, como la lavandería. El alcalde, David Bote, que esta madrugada también ha participado en el recuento, explica que a pesar del trabajo que ya se está haciendo en la ciudad, es necesario "mejorar la radiografía" y lograr que más gente pueda apuntarse a programas sociales, así como prever que, si la realidad lo requiere, se puedan impulsar nuevas acciones para dar respuesta. Los recuentos de Barcelona y Sant Adrià de Besòs se realizan por segundo año consecutivo. En la capital catalana en 2016 se contabilizaron 941 personas durmiendo al raso y, en relación a los últimos ocho años, el número de personas que duermen en la calle en la ciudad había aumentado en un 37%. En Sant Adrià, el recuento de 2016 fue de 31 personas durmiendo al raso. Los resultados del recuento de 2017 se darán a conocer este jueves al mediodía. Otros municipios como Girona, Lleida y Badalona, que salieron a contar por primera vez el año pasado, realizarán recuentos de forma bianual.
