Más de 800 alumnos de Roda de Berà vuelven a la escuela

14 de septiembre de 2020 a las 14:42h

Esta mañana las escuelas Salvador Espriu y El Cucurull, y el instituto Roda de Berà, han vuelto a abrir sus puertas, después de seis meses durante los cuales los alumnos han vivido un confinamiento, diversas fases de la desescalada y se han tenido que adaptar a las medidas de seguridad y de higiene de la nueva normalidad. Ponen así punto y final al verano más atípico vivido hasta el momento, es la hora de volver a las aulas y hay que hacerlo en convivencia con la pandemia y con las medidas de prevención para contener el virus.

El Ayuntamiento, los Servicios Territoriales del departamento de Enseñanza y los centros escolares han trabajado juntos para garantizar una vuelta a las aulas segura. Y para que la recuperación de la actividad lectiva presencial sea compatible con la contención de la Covid-19, profesores, padres, madres y alumnos deben cumplir con todas las medidas para evitar la propagación del coronavirus.

Las escuelas y el instituto rodenses se han dedicado a ello para hacerlo posible y han elaborado un plan de organización diseñado y adaptado a las instalaciones y a los recursos de cada centro.

Escuela Salvador Espriu En el caso de la escuela Salvador Espriu, 317 alumnos se han matriculado en el curso 2020-21, 99 en educación infantil y 218 en primaria. Todos ellos están divididos en 20 grupos diferentes, dos grupos para cada curso e incluso tres en el caso de 2º y 5º de primaria. Según explica su directora Esther Sánchez, en ningún caso se supera la ratio de 20 alumnos por aula. "Hemos trabajado mucho para que la vuelta a la escuela sea segura, y con el paso de los días podremos identificar puntos de mejora", asegura Sánchez. En las entradas y salidas de la escuela "se han establecido circuitos seguros a través de tres accesos diferentes y con dos turnos horarios con diez minutos de diferencia para evitar aglomeraciones".

Escuela El Cucurull En cuanto a la escuela El Cucurull, los 219 alumnos matriculados se han dividido en 12 grupos, uno para cada curso y en el caso de tres de ellos se han desdoblado para evitar superar la ratio fijada por el departamento de Enseñanza: 1er curso, con 25 alumnos, 2º, con 26, y 4º curso de primaria, con 27 alumnos. Respecto a la asistencia de los alumnos durante el primer día de escuela, su director, Josep M. Pinyol, asegura que está en torno al 95%, "y los alumnos que no han venido hoy han presentado faltas justificadas por fuerza mayor".

Instituto Roda de Berà Para evitar aglomeraciones el primer día de clase, el instituto ha apostado por una incorporación gradual del alumnado de los diferentes niveles. Así, para poder atender correctamente a todos ellos y explicarles todas las medidas que a partir de ahora se tomarán en el centro, los alumnos de 1º y 2º de ESO han empezado hoy las clases y mañana lo harán los de 3º y 4º, con dos horarios diferentes.

A partir del miércoles todos los alumnos accederán a la misma hora, pero lo harán de forma muy controlada. Según explica Josep M. Fortuny, jefe de estudios del centro, los jóvenes accederán primero al patio y formarán filas guardando la distancia de seguridad para poder hacerles el control de temperatura y dispensarles gel hidroalcohólico de uno en uno.

Para este curso, y teniendo en cuenta las dimensiones reducidas de las aulas de los módulos prefabricados del instituto rodense, la dirección del centro ha invertido todos los recursos humanos y materiales disponibles en crear grupos lo más reducidos posibles, con una media de 18-23 alumnos por aula.

De esta forma, los 287 alumnos matriculados se dividirán en 14 grupos, tres más que el curso pasado, uno de nuevo para 2º, uno más para 3º y otro para 4º curso. Por eso han tenido que reconvertir la biblioteca en la nueva aula de 4º C, y adaptar la sala de informática para que también se convierta en biblioteca.

Como novedad, los alumnos harán dos franjas de patio de quince minutos cada una y divididos en dos grupos diferentes. El objetivo es que "los alumnos de todos los niveles no se mezclen en el mismo espacio a la vez y poder darles un respiro cada dos asignaturas, para que no tengan que estar tantas horas seguidas dentro del aula, teniendo en cuenta que entre clase y clase no podrán salir al pasillo para evitar aglomeraciones", explica Fortuny.

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