El cerebro del enigma son las marfantes, ocho vecinas de la ciudad. Todas ellas, están nueve meses pensando, elaborando y ejecutando la historia para que no se les escape ningún detalle y los participantes lo tengan bien complicado para resolver el misterio. En la novena edición de la carrera, coincidiendo con que ha sido el décimo aniversario de la fiesta del mercado y que el eje del enigma va de acuerdo con la temática que propone el ayuntamiento, el argumento ha sido un "remember" de los 10 años. "Hemos recuperado el mejor hilo de cada año de carrera enigmática y lo hemos convertido en película recreando de esta manera una gala de los Oscars en la que hacíamos memoria de los diferentes cines que ha tenido la ciudad de Amposta a lo largo de su historia", explica una de las marfantes, Vianney Luis Bertomeu. Durante la carrera enigmática, el pasado viernes por la noche, las calles del casco antiguo de la ciudad reunieron a decenas de personas corriendo en busca de pruebas y pistas. Una carrera que duró casi seis horas. La cincuentena de grupos participantes comenzaron a correr en busca de pruebas a las nueve y media de la noche, y no pararon hasta las tres y cuarto de la madrugada, cuando uno de los grupos, "Pixacantons", resolvió el misterio. Es una actividad totalmente consolidada dentro del marco de la fiesta del mercado en la plaza y una de las que tiene más éxito, ya que, casi todos los que participan, al año siguiente quieren repetir. "Nos gusta mucho esta iniciativa, es una forma de animar la zona antigua de Amposta de una manera muy divertida y con los amigos. Más o menos siempre tiene la misma dificultad, al principio vas más perdido, pero una vez coges el hilo le encuentras el sentido a todo." Explica una de las participantes, Paula Curto. Más de 130 voluntarios hicieron de actores y actrices para interpretar y hacer posible el hilo argumental de la carrera, todos ellos, estaban repartidos entre la treintena de pruebas que formaban el enigma. "Nos encanta, la prueba que más nos ha gustado de momento es una que llevábamos un saco al cuello y que hemos intercambiado por una marfanteta" apuntaba una de las participantes, Saitel Benito, mientras hacía cola para conseguir otra pista. "De momento donde hemos xalat más ha sido en el ayuntamiento cuando han puesto a una compañera, Mariona, en la prisión. Después hemos ido a otro lugar para que nos dieran unos papeles para sacarla, estas son las que me lo he pasado mejor. Del resto hemos hecho unas 15 y no acertamos ni una." decía una vecina de Amposta, Núria Sancho, mientras corría con su grupo hacia otra prueba. Otro competidor, Gerard Garcia, explicaba: "Nos perdemos y ligamos, es divertido y nos lo pasamos bien. De las pocas pruebas que llevamos una que nos ha gustado ha sido que en un bar hemos tenido que preparar un martini con muchas explicaciones y ha sido muy divertido". La dificultad del enigma es un plus, ya que de esta manera hay muchos adultos y jóvenes interesados, un público que a menudo es difícil de complacer. A la carrera, sin embargo, pueden asistir personas de todas las edades. Entre las pandillas partícipes se dividen los grupos másteres 20, todos los componentes tienen más de veinte años, y los grupos convencionales, los participantes pueden ser de cualquier edad, pero si son menores de 16 años deben ir acompañados por adultos. Las marfantes, dicen, ya están esperando celebrar la décima edición de la carrera enigmática el año que viene.
Más de 500 personas recorren el casco antiguo de la ciudad para resolver el enigma 109
22 de mayo de 2018 a las 12:59h
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