Lleida cuenta a partir de hoy con un nuevo gran bosque urbano, en el barrio de Magraners. Se trata de una extensa zona boscosa de cerca de 10.000 metros cuadrados con 310 árboles (237 nuevos que se han sumado a los 73 que ya había en este espacio) y un gran mirador sobre la ciudad.
El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, ha compartido con los vecinos y vecinas el estreno de la nueva zona verde, y ha agradecido a todos los presentes su colaboración en la plantación de los nuevos árboles hace apenas unas semanas. El 'paer en cap' ha recordado los orígenes de este barrio, que acogió a mucha gente de otras tierras y que ha sufrido una serie de carencias y necesidades, que sólo con la llegada de los ayuntamientos democráticos se ha empezado a corregir. "Es justo hablar de deuda histórica que, poco a poco, vamos enjugando", ha dicho. "Este es un barrio que no ha perdido el carácter propio y el trato cercano 'de pueblo', lo cual ha sido mérito de sus vecinos". Miquel Pueyo ha señalado que hoy, con el estreno de este espacio, "se contribuía a completar esta tarea siempre inacabada de hacer de Magraners un barrio con la mayor calidad de vida para sus vecinos y vecinas. Ha sido entonces cuando el 'paer en cap' ha querido reconocer la tarea de dos de sus predecesores al frente del gobierno municipal en el bosque urbano. "En la placa, hemos querido hacer constar que este proyecto se inició bajo el mandato de Àngel Ros y se materializó en el de Fèlix Larrosa. Yo he tenido el privilegio y la suerte de estar en su inauguración, pero lo importante no es quién gobierna la ciudad en el momento de descubrir una placa o cortar una cinta. Lo más importante es que fluya el canal de energía, compromiso y trabajo que va más allá de las personas, de las siglas y de la legítima diversidad política. Porque hay unos momentos, unos objetivos y unos valores en los que todos y todas nos tenemos que poner de acuerdo". Durante el transcurso de la inauguración del nuevo bosque, los vecinos y vecinas han enterrado una 'cápsula del tiempo' con fotografías del barrio, de sus vecinos, libros, recortes de noticias, un disco duro, cartas de padrinos a sus futuros nietos en un lugar del bosque urbano, un acto simbólico con la idea de que pueda ser desenterrada con el paso del tiempo. Cabe recordar que los vecinos y vecinas de Magraners hicieron una plantada popular de árboles, en este mismo espacio, hace muchos años. Ahora, la Paeria ha dado continuidad a esta iniciativa con la creación del bosque urbano, una gran zona verde que contribuye a avanzar en calidad de vida y aumentar los espacios de confort y sostenibles en la ciudad. En este sentido, el 'paer en cap' ha destacado "la vocación de la Paeria de hacer de Lleida una ciudad saludable y de seguir ganando en arbolado, en políticas medioambientales y en la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía". Al acto, acompañando al 'paer en cap' y al presidente de la asociación de vecinos, Juan Gallardo, han asistido los concejales y concejalas Marta Gispert, Fèlix Larrosa, Begoña Iglesias, Carme Valls, Joan Queralt y Maria Burrel. Cuarto bosque urbano de la ciudad El bosque urbano de Magraners es el cuarto bosque que se construye en la ciudad en los últimos años, después de los de Cappont, Balàfia y Mariola. La adecuación de este gran espacio verde, situado en la calle del Camp, tiene el objetivo de revitalizar este espacio para el ocio y descanso de la gente del barrio, convirtiéndose en un gran espacio de sombra en verano. El nuevo bosque urbano cuenta con alumbrado público, riego, mobiliario urbano y juegos infantiles de estilo rústico, así como de una variada y extensa plantación de arbolado. Se quiere que el protagonismo lo tenga el material vegetal, y por este motivo se han seleccionado especies que permiten un mantenimiento con un mínimo consumo hídrico. Así, los árboles elegidos son: pino piñonero, almez, encinas, roble americano, granados y almendros. Los granados y los almendros aportarán un toque de color con su floración de finales de invierno y primavera. El bosque urbano tiene tres grandes elevaciones con especies arbóreas que sirven de protección acústica. Paralelamente se ha creado un paseo entre el bosque urbano que da continuidad a la acera de la calle Camp, y permite el paseo y disfrute de los vecinos y vecinas. Dentro del bosque urbano se han creado itinerarios interiores para dar acceso a las diferentes zonas que se encuentran repartidas dentro de la nueva zona verde.
