Varios vecinos del Mercado Central de Tarragona han presentado una solicitud en la Oficina Municipal de Atención Ciudadana para poder entrar puntualmente con su vehículo, alegando la avanzada edad y teniendo en cuenta necesidades personales como la de descargar paquetes pesados.
Los solicitantes son vecinos de la calle Gobernador Gonzalez y calle de Reding que reivindican que, antes de las obras del mercado, las calles no eran para los peatones y no tenían problema para entrar y salir, y que, además, el Pasaje Cobos tiene una salida de aparcamiento el cual sí que está habilitado para circular por la calle Gobernador Gonzalez. Además, uno de los vecinos ha sido sancionado con una multa de 200 euros por entrar en su casa. «Solo pido descargar la compra de vez en cuando y que no me pongan una multa por entrar en mi casa. Los vecinos de la zona hemos aguantado 11 años de obras y nos lo deberían respetar», afirma una de las vecinas afectadas.
El Ayuntamiento de Tarragona ha denegado las solicitudes citando la normativa de tráfico que dice textualmente que «la circulación de toda clase de vehículos en ningún caso se debe hacer por las aceras y otras zonas para los peatones». Añade que solo las personas con una tarjeta de aparcamiento PMR (personas con movilidad reducida) se exceptúan de la normativa y tienen acceso a los vados autorizados y el derecho a la accesibilidad universal.
Ante este malestar, los vecinos afectados se han puesto en contacto con la Asociación de Vecinos del Centro de Tarragona, los cuales el pasado martes día 25 de julio se reunió con Josep Acero, consejero de Ocupación del Dominio Público, Movilidad y Accesibilidad, y Elvira Ferrando, teniente de alcalde y consejera de Comercio y Relaciones Ciudadanas, para tratar esta demanda, entre otras quejas de la ciudadanía y la ejecución de las obras de urbanización de la plaza Corsini.
Patricia Olivé, una de las portavoces de la Asociación, ha explicado que el Ayuntamiento no tiene pensado cambiar de opinión en su decisión y que como mucho mirarán de dar una acreditación a las personas que tengan algún tipo de discapacidad o para la gente mayor que no tiene problemas de movilidad, pero que está en stand by.