Una setenta de vecinos del barrio de Cappont de Lleida han rebautizado de manera simbólica la plaza de delante del CAP como plaza 1 de octubre. El acto ha sido organizado por el CDR y la asociación de vecinos. Tal y como ha explicado Sònia Agustí, del Comité en Defensa de la República (CDR) y vecina de Cappont, que aglutina a unas cincuenta personas, han querido llevar a cabo un acto lúdico en el lugar donde hubo cargas policiales el 1 de octubre para evitar que se pudiera celebrar el referéndum y a causa de las cuales hubo varios heridos. Agustí ha explicado que aunque el de hoy es un acto simbólico, ya han pedido oficialmente a la Paeria el cambio de nombre de la plaza, que actualmente se llama Marqués de Leganés, "como recordatorio de aquel día". "Muchos de los que sufrimos la represión aquel día, estamos hoy aquí", ha dicho. Es el caso de José Antonio Clemente y de Manel Cullerés, que han coincidido en que aquel día fue una jornada muy triste para la democracia. Durante el acto se han colgado dos carteles con el nombre de plaza 1 de octubre en los dos extremos de la fachada del CAP y se ha cantado Els Segadors. La acción reivindicativa ha terminado con un pasacalle hasta la plaza Blas Infante, donde se ha hecho una chocolatada.
José Antonio Clemente ha lamentado que "vinimos pacíficamente y recibimos una carga policial brutal que nunca podremos olvidar". Este vecino de Cappont que explica que es de padres españoles, muestra un cartucho del arma, con la que dice que le apuntaron a la cara y le dijeron que saliera de allí. Manel Cullerés, por su parte, recuerda aquel día con "pena" porque el comportamiento de la policía le recordó a "tiempos pasados". "No hemos evolucionado, estamos igual. Actuaron con violencia porque ellos prefieren la fuerza bruta al diálogo", ha añadido. Desalojo violento del CAP de Cappont el 1-O Los agentes antidisturbios de la policía española desalojaron violentamente a las personas que esperaban en el CAP Cappont de Lleida para poder votar a primera hora de la mañana del pasado 1 de octubre. Los antidisturbios se desplegaron en el lugar con una decena de furgones y sobre las nueve y cuarto comenzaron a llevar a cabo el desalojo de las personas de forma violenta a pesar de su resistencia pacífica estirándose en el suelo. Los agentes dispararon varios disparos intimidatorios y cargaron haciendo uso de las porras. Como consecuencia de estos hechos, hubo varios heridos leves, a uno de los cuales se llevaron con la ambulancia. El desalojo se alargó hasta las diez de la mañana, cuando los antidisturbios entraron en el CAP y se llevaron dos urnas. Los organizadores, sin embargo, tenían más escondidas y cuando los agentes se marcharon las sacaron y los vecinos pudieron finalmente votar.
