Los trabajadores ultiman los preparativos para el inicio del MWC

24 de febrero de 2018 a las 09:33h
Más de 7.000 personas de 800 empresas llevan casi dos semanas trabajando para que el lunes abra puertas una nueva edición del Mobile World Congress (MWC), el más importante del mundo sobre telefonía móvil. Mientras en los accesos del recinto ferial siguen llegando algunos de los más de 3.000 camiones que aún traen materiales, en el interior de los pabellones operarios, camareros, cocineros, carpinteros, arquitectos o informáticos, entre otros profesionales, estiran las horas para que ningún detalle se les escape. El reto para todos ellos es mayúsculo si se tiene en cuenta que el congreso tiene más de 120.000 metros cuadrados de superficie expositiva y que durante cuatro días se espera que pasen más de 108.000 personas. A pesar del estrés que conlleva el volumen de trabajo, muchos de los trabajadores contratados, más de 13.000 en total, coinciden en señalar que trabajar en el MWC "es un reto" que les enriquece a nivel profesional por el grado de exigencia de los organizadores.
Una de las personas que lleva días trabajando en el recinto ferial de Gran Via es Sergi Canal, ingeniero informático, que, junto con sus compañeros de la empresa Unitronics, ultima a contrarreloj toda la instalación para que los visitantes puedan tener acceso a Internet. Durante el congreso, además, se encargará de solucionar cualquier problema técnico de los congresistas a la hora de conectarse a la red. "Si un congresista te da un ordenador en chino que no puede conectar te tienes que espabilar y encontrar la solución", señala. Canal, que es el séptimo año consecutivo que trabaja en el MWC, reconoce que tener un cliente como GSMA supone una gran responsabilidad "porque saben de lo que hablan y lo que quieren" y porque si en un congreso como el MWC falla la conexión, los expositores "pueden perder mucho dinero". A pesar de la presión, asegura que trabajar en el MWC "es un honor" porque se aprenden muchas cosas que "no se ven en ningún otro sitio". Donde también se vivirá una actividad frenética durante la celebración del MWC es en las cocinas de Gastrofira, el catering de Fira de Barcelona, que estará operativo las 24 horas del día en tres turnos. Su director de operaciones, Eduard Àvila, reconoce que un año más se enfrentan a un reto "bestial" por las magnitudes del certamen. Y es que en cuatro días está previsto que se sirvan alrededor de 175.000 menús (60 toneladas de alimentos) y 450.000 litros de bebidas. En total trabajarán casi 3.000 personas entre cocineros, camareros y personal de logística para abastecer los 70 puntos de gastronomía repartidos por el recinto ferial. Àvila asegura que una de las principales dificultades a las que se enfrentan es que las compañías presentes en el MWC reclaman unos servicios muy personalizados para diferenciarse de la competencia y que esto supone otro reto. "El MWC es el mejor escaparate y a nosotros nos toca customizar las ofertas para que sorprendan", puntualiza. Uno de los colectivos con más presencia en el MWC es el de los azafatos y azafatas. Ana Crespí, de la empresa Tais, explica que su tarea principal es "hacer agradable y fácil la estancia de los congresistas" orientándolos cuando llegan o solucionando los problemas que puedan tener con las acreditaciones, por ejemplo. Explica que el perfil más buscado es el de chicas educadas y con muy buen nivel de inglés. Crespí destaca que el MWC es el congreso que mejor paga y que "a pesar de ser muy exigente" abre muchas puertas laborales. "Cuando dices que has trabajado en el MWC demuestras que dominas muchos ámbitos como azafata de congresos y esto está muy valorado", añade.
ACN
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