Los terroristas querían poner bombas en monumentos de Barcelona

22 de agosto de 2017 a las 16:45h
Los terroristas querían atentar contra monumentos de Barcelona haciendo estallar bombas. Así lo ha reconocido ante el juez Mohamed Houli Chemal, que resultó herido en la explosión de la casa de Alcanar. El joven ha explicado que hacía dos meses que conocía los planes del imán de Ripoll, que éste tenía la intención de inmolarse y que en la casa de Alcanar se dedicaban a la fabricación y manipulación de explosivos. Ante el juez, sin embargo, ha asegurado que desconocía cuál era la fecha marcada para atentado en Barcelona y ha negado la existencia "de un plan B". Fuentes jurídicas apuntan que los detenidos culpan al imán de Ripoll, a quien señalan como instigador y responsable de los hechos.
Los cuatro detenidos por los atentados de Barcelona y Cambrils han declarado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Los cuatro han respondido a las preguntas que les han formulado, que han ayudado a aclarar un poco más los planes de la célula. El testimonio más valioso para la investigación ha sido el de Mohamed Houli Chemal, el joven de 21 años que resultó herido en la explosión de la casa de Alcanar. Según ha relatado, hacía dos meses que conocía los planes del imán y en la casa se dedicaban a la fabricación de explosivos. Fuentes jurídicas han apuntado que en su declaración ha reconocido que la intención era poner bombas contra monumentos de Barcelona (sin dar ningún nombre en concreto) y que el imán de Ripoll les había explicado que se quería inmolar. Houli Chemal no ha dado detalles sobre la procedencia de las más de 100 bombonas de butano y tampoco sabe cómo se produjo la explosión, porque en el momento de los hechos estaba en el porche recogiendo los platos después de cenar. En la explosión de la casa murió el imán de Ripoll y una segunda persona pendiente aún de identificar. Tres detenidos se desvinculan de la célula Otro de los detenidos en Ripoll, Driss Oukabir, ha asegurado que no tiene ninguna vinculación con los atentados. La furgoneta que atropelló a 13 personas en la Rambla (y que conducía Younes Abouyaaqoub) estaba alquilada a su nombre. En un primer momento, dijo a la policía que su hermano –que murió abatido a tiros en Cambrils- le había robado la documentación. Este martes, sin embargo, ha reconocido ante el juez que fue él personalmente quien alquiló la furgoneta porque pensaba que era para una mudanza. Tres de los jóvenes del grupo tenían previsto ir a vivir juntos y le pidieron que la alquilara, ya que era el mayor (28 años). Culpan al imán Oukabir, así como el resto de detenidos, han señalado al imán de Ripoll como responsable e instigador de los hechos. Según fuentes judiciales, el "clima general" de las declaraciones de todos los detenido gira en torno a la culpabilidad del imán, que murió en la explosión de Alcanar. El vehículo que conducían los cinco jóvenes abatidos en Cambrils iba a nombre de otro de los detenidos: Mohammed Aalla, de 27 años y también vecino de Ripoll. En el vehículo iba su hermano, Said Aalla, que también murió por los disparos de la policía. Ante el juez, ha asegurado que no tiene nada que ver con los hechos, que el coche no es suyo y que, simplemente, lo estaba a su nombre "por un tema de seguros". El cuarto de los implicados, Salah El Karib, ha reconocido que vendió billetes de avión para ir a Marruecos a Driss y al imán desde el locutorio que tiene en la capital del Ripollès. Ahora bien, asegura que desconocía completamente los planes de los terroristas y que lo hacía sólo como negocio. Ha explicado ante el juez que cobraba una comisión por cada billete que expedía y que lo hacía porque ninguno de los dos tenía tarjeta de crédito.

Finaliza el dispositivo 'Cronos' que activó casi todos los Mossos desde el jueves por la tarde

 La Consejería de Interior ha ordenado desactivar el llamado dispositivo 'Cronos' a las 22 horas de este martes por la noche, después de activarlo el jueves por la tarde por el atentado terrorista en la Rambla de Barcelona. Este dispositivo especial supone activar a todos los agentes que no están de vacaciones, y les obliga a trabajar en turnos de al menos 12 horas durante al menos tres días. Esto ha permitido casi triplicar los agentes que simultáneamente estaban trabajando en todo el país. Según han explicado fuentes sindicales a la ACN, ha habido agentes que han trabajado hasta seis turnos y algunos de los turnos han sido de hasta 16 horas.